lunes, 28 de marzo de 2011

Invasores en el paraíso. Plantas introducidas en el Jardín Botánico Viera y Clavijo de Las Palmas de Gran Canaria

Hace poco llegó a mi poder (gracias Juan Luis) un artículo sobre el papel de los jardines botánicos en la introducción de especies que pueden llegar a ser invasoras (Philip E. Hulme, 2011. Addressing the threat to biodiversity from botanic gardens. Trends in Ecology & Evolution 26(4): 168-174), y, cómo no, pensé en qué estaría pasando en el principal jardín botánico de esta isla de Gran Canaria, el Jardín Canario, como se conoce al Jardín Botánico Viera y Clavijo (http://www.step.es/jardcan/ y http://www.jardincanario.org), especializado en plantas endémicas canarias pero en el que también se pueden encontrar numerosas especies de otras procedencias.
Lo primero es dejar claro que el Jardín Canrio no es un foco de dispersión de especies potencialmente invasoras, o al menos, no lo es más que cualquier otro jardín o parque de las Islas. Sobre todo es una víctima de este asunto por la cantidad de tiempo y por tanto de dinero, que debe ocuparse en la eliminación (o al menos en su intento) de estas plantas exóticas introducidas y, algunas, invasoras.
Un paseo por sus instalaciones nos permite encontrar las mismas plantas que crecen espontáneas, en cualquier parque de las islas: Ficus microcarpa, Schinus molle o Schinus terebenthifolius. También propias de jardines, y sin carácter invasor, todavía, podemos encontrar otras especies asilvestradas menos comunes: Kalanchoe daigremontiana, Solanum pseudocapsicum, Dichondra micrantha, Asparagus densiflorus, Pedronea ricasoliana, Jacaranda ovalifolia y Aloe spp. También están presentes, sobre todo en la ladera del barranco que forma parte del Jardín, otras invasoras propias de la zona de medianías donde se asienta: Pelargonium sp., Atriplex semibaccata, Tropaeolum majus, Ricinus comunis, Oxalis pes-caprae, Pennisetum setaceum, Asparagus asparagoides, Opuntia maxima, Azolla filiculoides o Aptenia cordifolia. En el barranco que cruza el jardín pueden verse con facilidad, además de algunas de las ya citadas, Arundo donax y Eucaliptus camaldulensis, con sus ramas cubiertas por Cardiospermum grandiflorum y Anredera cordifolia.
De todas ellas, la más problemática es Pitosporum undulatum, por su fácil confusión con las lauráceas que también producen gran cantidad de plántulas, sin contar con la presencia de Ageratina adenophora, cuya presencia parece incluso propiciarse por su belleza innegable.

Sin duda es imposible impedir que las semillas de las plantas alóctonas plantad
as en el jardín germinen, pero sí sería deseable que se llevara un control más estricto con las plantas que crecen hasta alcanzar grandes portes (Eucaliptus, Pelargonium, Opuntia), y sobre todo un control más férreo en el barranquillo central, ya que por esta vía no sólo penetran de manera desordenada las invasoras más pertinaces en el jardín, sino que muchas plantas canarias, pero alóctonas en Gran Canaria, puedan traslocarse y dar problemas futuros por su posible hiridación, confusión en su distribución, etc. En resumidas cuentas, el Jardín necesita de una planificación del riesgo que suponen las plantas invasoras en el propio parque, y del que representan las especies cultivadas en él con relación al territorio donde se encuentra. No estaría de más tampoco, que el propio Jardín, que realiza una labor educativa muy importante, añadiese la problemática de las especies exóticas invasoras en sus itinerarios botánicos.
Es imposible añadir en esta entrada todas las imágenes de estas especies introducidas asilvestradas en el Jardín Canario, por eso se añade al blog una presentación de las especies nombradas aquí.
Otro día, si es posible, comentaremos los animales introducidos e invasores que también pueblan en Jardín, galápagos, gangrejos rojos americanos, gatos, etc.Azolla filiculoides en un remanso de la canalización de agua del interior del jardín.

Pittosporum undulatum, a su pie varias plántulas de enredaderas introducidas

Kalanchoe daigremontiana es bastante frecuente en la ladera del jardín
Imagen del barranquillo central con Eucaliptus camaldulensis, Anredera cordifolia, etc.

viernes, 18 de marzo de 2011

Controlada "otra vez" la plaga del picudo rojo en Canarias

Aparece en la prensa una noticia esperanzadora a primera vista (http://www.laprovincia.es/las-palmas/2011/03/18/picudo-rojo-control/359833.html). Se está celebrando en Las Palmas el XXXVIII Congreso Nacional de Parques y Jardines Públicos, y en su segunda jornada se presentaron varias ponencias relacionadas con la palmera canaria, y, como no podía ser de otra manera, salió a relucir el tema del picudo rojo. De todo lo interesante que allí se dijo, el periodista saca el siguiente titular: "El picudo rojo está bajo control". Esta frase categórica en realidad no dice nada. No significa que la plaga haya desaparecido, no significa que no prosiga el problema, quizá signifique que ahora se tienen los medios y las herramientas legales para luchar contra la plaga, que hay un protocolo de lo que hay que hacer en caso de ataque o que el crecimiento de los casos detectados no sea exponencial, como lo fue al principio. Pero sacar esta frase como mensaje principal es poco inteligente e incluso peligroso, ya que puede incitar a bajar la guardia, a pensar que ya no es necesaria la participación ciudadana, a que las instituciones dejen de prestar la atención necesaria por el tema, pero sobre todo es peligrosa para quien la dice, ya que muy fácilmente puede quedar en evidencia. La plaga del picudo rojo en Canarias se ha dado por contolada al menos en 4 ocasiones desde que apareció. Las primeras fueron en 2006, al año de su localización, otra vez en 2007, otra en 2010 y ahora en 2011. Quizá sea ésta la noticia más repetida de la historia de las invasiones biológicas en Canarias.En octubre de 2006 se declaró contolada por primera vez. Un año después de aparecer. La noticia es tan vieja que ya no está en la hemeroteca digital del periódico.
En diciembre de ese mismo año se declara controlada en todo el país
En junio de 2007 se repite la declaración de que la plaga está bajo control
En mayo de 2010 no se era tan optimista y se limitan a decir que el control estaba cercano.

Hoy, en marzo de 2011 "vuelve" a estar controlada la plaga del picudo rojo. Ahora, a esperar cuándo es la nueva declaración de control, ¿o es la misma repetida muchas veces?

lunes, 14 de marzo de 2011

Dos invasoras en progresión: Nassella neesiana y Dichondra micrantha

En una reciente subida al Pico de Osorio, entre los límites municipales de Teror y Valleseco, Gran Canaria, encontramos dos especies invasoras que poco a poco van ganando territorio en nuestras formaciones vegetales.
De la gramínea Nassella neesiana (=Stipa nessiana) ya se conocía desde hace tiempo una buena población en la finca Osorio, en la falda NE de la montaña, donde fue encontrada por primera vez para la Isla por Carlos Suárez en 1986, pero es la primera vez que aparece en el Pico y su tendencia parece ser la de expandirse hacia las manchas de monte verde que crecen en la cuenca del Barranco de la Virgen y del Rapador, donde se dan las condiciones adecuadas para esta especie. Forma densos cepellones en los bordes de pistas y caminos y puede desplazar a otras especies autóctonas como Brachypodium sylvaticum. Esta planta requiere de control y erradicación en espacios naturales protegidos y es en este momento inicial de su expansión cuando estas acciones pueden ser más útiles y baratas.
La segunda especie que apareció en esta excursión sí fue realmente una sorpresa. Se trata de Dichondra micrantha (=Dichondra repens). Esta pequeña planta rastrera y estolonífera se emplea habitualmente en céspedes y jardines pero escapa fácilmente y se asilvestra sin problemas. Lo curioso es encontrarla en la cima de Osorio, a la que ha tenido que llegar, bien desde los jardines próximos, situados a más 1 km de distancia ladera abajo, o bien en un traslado de tierra cuando se realizaron las repoblaciones de monte verde (Myrica faya, Erica arborea, Arbutus canariensis, Persea indica, etc). De cualquier forma la planta llegó para quedarse, y, gracias a su capacidad de propagación, puede expandirse con suma facilidad. Hoy ocupa rodales de 1 metro cuadrado los bordes del camino que sube hasta el Pico, pero puede estar presente en toda la ladera reforestada. Al parecer, su capacidad de desplazar a otras especies no es muy elevada, pero ya se considera invasora en otros lugares como Australia y Nueva Zelanda (http://www.hear.org/pier/species/dichondra_micrantha.htm)

 Cepellones de Nassella neesiana creciendo bajo brezos e inciensos (Artemisia canariensis) en el camino a la cima del Pico de Osorio (Gran Canaria)


 Detalle de las espiguillas de Nassella neesiana con sus largas aristas 



Dichondra micrantha extendiéndose bajo la capa de hojas de Brachypodium sylvaticum

miércoles, 9 de marzo de 2011

Nueva publicación: artículo dedicado a las especies invasoras en la revista del Museo Elder de Las Palmas de Gran Canaria



Acaba de aparecer el número 1 de la revista Islas [conciencia] editada por el Museo Elder de la Ciencia y la Tecnología, de la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria. Este primer número está dedicado a la Biodiversidad y cuenta con 20 artículos que intentan dar una visión general y global de lo que significa la biodiversidad, su aspecto insular, su gestión, amenazas, etc.
Entre estos artículos destacamos aquí, por su temática e interés, el dedicado a las especies exóticas invasoras: "Las especies exóticas invasoras: una amenaza para la biodiversidad Canaria", escrito por Elizabeth Ojeda Land, Técnico del Servicio de Biodiversidad de la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Medio Ambiente del Gobierno de Canarias. En el mismo se da un repaso a los diveros aspectos que hacen de este tema, uno de los más importantes a la hora de gestionar la biodiversidad canaria: el origen y número de las especies exóticas presentes en Canarias, las consecuencias biológicas y económicas de esta invasión, las especies más importantes tanto de flora como de fauna, etc.
Una lectura recomendable que pueden encontrar en el propio Museo Elder de Las Palmas o en el Museo de la Ciencia y el Cosmos en Tenerife.

sábado, 5 de marzo de 2011

La invasión se va de carnaval

Después de una entrada de año movidita en este tema (Diocalandria en La palma, culebrilla ciega en todas las Islas, Pennisetum que suma y sigue, etc., etc.), por fin llegan los carnavales para relajarse un poco. Así que nos damos un respiro con esta entrada que, con la escusa del carnaval, nos permite percatarnos de la repercusión que este tema está teniendo entre la sociedad. Además de los ya clásicos disfraces de rata o ratón, algunos se atreven con simpáticos disfraces de cucaracha (los japoneses, que esos se atreven con todo), e incluso la plaga del picudo rojo alcanza el carnaval.
Un saludo a todos y a divertirse para coger fuerzas.

 El gran Morgan mezclando carnavales y picudos


 Ratas y cucarachas. Disfraces curiosos de animales invasores.


Grupo de picudos rojos en el carnaval de Elche. Éstos no se comen las palmeras, ¡se las beben!

domingo, 27 de febrero de 2011

El Plan Insular de Caza de Gran Canaria: un buen plan con un principio equivocado

El pasado 25 de febrero se presentó en la Casa de la Cultura del Cruce de Arinaga el Plan Insular de Caza de Gran Canaria, el primer documento de estas características que se ha realizado en el Archipiélago (pueden descargarlo desde esta dirección: http://portal.grancanaria.com/portal/ContenidoTotal.px?codcontenido=29090&codigo=1114). Hay que decir en primer lugar que se trata de un documento muy interesante y perfectamente válido para el objetivo que persigue. Está teniendo una buena acogida entre los colectivos de cazadores (comprobar, por ejemplo en http://acec-canarias.blogspot.com/2009/06/un-buen-plan-insular-de-caza-para-gran.html) y, si se lleva a cabo, la actividad cinegética tendrá un inmejorable futuro en la Isla. Se trata de un documento muy completo y escrito desde el conocimiento de la probleámtica actual de la caza en Gran Canaria y de la geografía insular. Felicidades al autor por este magnífico trabajo y enhorabuena al Cabildo por la iniciativa.
Pero desde este blog en el que tratamos las invasiones biológicas, no podemos dejar de lado ciertos aspectos que creemos de mucha importancia y que parece necesario concretar.
Según nos dice el documento en sus primeras páginas:
“La caza es un recurso natural que debe ser aprovechado de forma sostenible, de manera que se asegure su renovación y, con ello, su persistencia en el tiempo. Mientras el aprovechamiento del recurso cinegético es un derecho del cazador, nunca debe olvidarse que su correcta gestión es una obligación para el gestor”
La definición de "recurso natural" es la siguiente: "Se denominan recursos naturales a aquellos bienes materiales y servicios que proporciona la naturaleza sin alteración por parte del ser humano" (http://es.wikipedia.org/wiki/Recurso_natural). Queda claro que se trata de los recursos que nos da la naturaleza sin actuación alguna de la especie humana. El documento añade:
“El recurso se ha artificializado, convirtiéndose la isla en un “gran coto intensivo”, donde las herramientas de gestión predominantes son las sueltas sistemáticas de perdiz y conejo, sin apenas implantación de técnicas de intervención ambiental, signos inequívocos de la ausencia de gestión”
En Canarias la caza de conejos y perdices no ha sido nunca un recurso natural, propiamente dicho, ya que ambas son especies introducidas. Para mantener este recurso lo que hay que artificializar es el medio. En un medio natural canario sin alteración humana no existiría ninguna de las dos especies.
Entre los objetivos del Plan están:
Salvaguardar la sostenibilidad del recurso cinegético, asegurando su persistencia en el tiempo y por ende la consecución de los objetivos ambientales, sociales y económicos de la caza.
Mejora del medio natural como consecuencia de las técnicas de intervención ambiental aplicadas sobre el territorio.”
Los objetivos cinegéticos y los ambientales en las Islas pueden llegar a ser opuestos, y por tanto difícilmente compatibles, por lo que las técnicas de intervención ambiental necesarias para mantener el “recurso” difícilmente mejorarán el medio natural.

Si se quiere mantener el acervo cultural que implica la caza en Canarias, perfecto, compartimos la idea, pero que no se intente mezclar este objetivo con la preservación del medio ambiente, es más, preservar la caza en Canarias no puede hacerse sin un precio ambiental que debemos pensar si estamos o no dispuestos a pagar. Es cuestión de tomar una decisión. Si se mantiene, cosa que, repito, apoyamos, debe quedar claro entre los cazadores la responsabilidad que conlleva esa decisión, ya que el resto de ciudadanos aceptamos perder parte de un derecho para que ellos prosigan realizando esta actividad.

Desde el punto de vista ambiental, en Canarias no hay diferencia entre la caza del conejo y la del muflón, por ejemplo, pero social y culturalmente si hay una gran diferencia, por eso, desde nuestra opinión debe mantenerse la primera y no la segunda, pero sólo por eso, a sabiendas que ambas son perjudiciales para el medio ambiente.

Esa característica de animales invasores del conejo y la perdiz roja no consta en el Plan Insular que aquí tratamos, y podría ser una cuestión a considerar ya que permitiría, por ejemplo, la posibilidad de erradicación de estos animales en lugares muy concretos, donde su efecto sobre la vegetación local puede ser muy negativo (Tilos de Moya, Inagua, etc.) y donde está prohibida su caza.
Dejando a un lado este transcendente tema, nos parece también importante y significativa la atención que el plan da a las especies asilvestradas que depredan sobre las cinegéticas: perros, gatos y ratas, que denomina depredadores asilvestrados, y erizo moruno y culebra real que cita como ¿depredadores naturales? Además señala la importancia de controlar las de poblaciones de Cotorra de Kramer (Psittacula krameri) y la cotorra de la patagonia (Cyanoliseus patagonus). Parece un poco forzada esta diferenciación, y todas estas especies deberían ser tratadas por igual en este Plan. Compartimos con el autor del plan la alarma que produce la gran densidad de gatos y perros asilvestrados en nuestros montes, y la necesidad de que exista una mayor vigilancia en este sentido.

De nuevo felicidades a todos los que han intervenido en la redacción de este documento y manos a la obra.

martes, 22 de febrero de 2011

Las especies invasoras: los problemas de generalizar

Apareció hace poco en la red una noticia interesante sobre el tratamiento de "villanas" que se le otorga a las especies exóticas invasoras en general. Se trata de la opinión de ecólogos que trabajan sobre la facilitación que, una primera colonización de terrenos abandonados por parte de especies exóticas, produce en el proceso de regeneración de la vegetación natural.
http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2011/02/110204_especies_invasoras_lp.shtml
El ejemplo utilizado es el del tulipero del gabón, Spathodea campanulata, un árbol ornamental muy empleado en Canarias y que, en Puerto Rico se comporta como una especie invasora ocupando terrenos de cultivo abandonados. Los científicos puertorriqueños piensan que esta ocupación inicial propicia la posterior recolonización de la vegetación natural, y que las especies invasoras colonizan con mayor facilidad estos ambientes alterados. No cabe duda de que muchas especies invasoras tienen una mayor capacidad para colonizar ambientes antropizados que las autóctonas, y que este hecho pueda facilitar la recolonización natural "en 40 ó 50 años", como apuntan en el artículo. Pero no sabemos si las especies nativas acabarían por ocupar el sitio de todas maneras, antes o después, y tampoco sabemos si el sistema "regenerado" tras la ocupación por invasoras es el mismo que existía originalmente.
De todas formas, lo concluyente del artículo, y en lo que todos podemos estar de acuerdo, es en lo negativo de las generalizaciones, por eso tampoco está bien expresado el título del trabajo. En lugar de titularlo "Especies invasoras: de villanas a heroínas", debería ser "Especies invasoras: ni todas villanas, ni todas heroínas".
El tulipero del gabón, Spathodea campanulata, ornamental en Canarias e invasora en Puerto Rico.

jueves, 17 de febrero de 2011

El tartaguero, Ricinus communis. Primer caso de actuación sobre una especie invasora en Canarias.

La entrada que dedicamos al aloe (http://invasionesbiologicas.blogspot.com/2011/02/sobre-la-sabila-zabila-o-pita-sabila.html) nos sirvió para refrescar algunos datos históricos sobre la introducción de especies exóticas invasoras en Canarias. En esta indagación encontré un dato más que interesante. Se trata de la primera cita que conozco sobre la presencia del tartaguero, Ricinus communis, en Canarias. Esta especie, también llamada higuera infernal o del infierno, procede del África tropical y por su uso casi milenario como planta medicinal, se ha extendido por todo el mundo, de manera similar a como lo hizo Aloe vera. A Canarias debió llegar a finales del siglo XV, ya que en su primera referencia, de 1531, ya era muy abundante, tanto que dió lugar a la primera medida contra el efecto pernicioso de estas plantas invasoras.
Sacamos de las Ordenanzas de Gran Canaria de 1531, transcritas por Francisco Morales Padrón en 1974 y editadas por el Cabildo de Gran Canaria, y que puede consultarse on line en la siguiente dirección gracias a la biblioteca digital de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (http://mdc.ulpgc.es/cdm4/item_viewer.php?CISOROOT=/MDC&CISOPTR=1345&CISOBOX=1&REC=7), el siguiente fragmento

"Otrosy que todos los vezinos de esta cibdad y de la de Telde excebto viudas e pobres que no tienen hacienda en el campo vayan un día o dos por hazendera quando paresciere a la cibdad justicia e regimiento a lympiar e desembaraçar la montaña del Lantiscal y cortar las higueras de ynfierno y las otras cosas que ympiden al dicho monte que no lo dexan crescer ny ensanchar"

Impresiona que, en estas fechas, ya se tuviesen problemas con estas plantas hasta el punto de necesitar esta ordenanza. Otra cosa que llama la atención es la concepción del monte como algo de todos, público, y por lo que todos deben velar y trabajar. Trasladado a hoy en día, ¿sería factible hoy, mandar a todos los habitantes de la isla un día o dos a erradicar Pennisetum? Mucho me temo que no. El concepto de "res publica", cosa de todos, ha cambiado mucho.

lunes, 14 de febrero de 2011

El problema de la invasión del Pennisetum setaceum objeto de una moción en el Parlamento de Canarias. La historia de siempre.

Según aparece en la prensa digital (http://www.europapress.es/islas-canarias/noticia-parlamento-canario-pide-activacion-plan-erradicar-rabo-gato-islas-20110209151345.html), se presentó en el Parlamento de Canarias una moción para crear y poner en marcha un un plan de erradicación del rabo de gato, Pennisetum setaceum. El texto de la noticia no tiene desperdicio, e intentaré resumirla.
+ Una diputada socialista expone los peligros de la invasión de Pennisetum y ya que ayuntamientos y cabildos no tienen medios para luchar contra ella, pide que lo haga el gobierno autónomo (nota: los ayuntamientos, mancomunidades y cabildos podrían luchar contra esta plaga, cada uno en su parcela).
+ Un diputado de Coalición Canaria "lamenta" que la planta se haya "naturalizado", y se muestra pesimista en su erradicación (nota: a buenas horas se lamenta, parece que le dieron la noticia ayer, y lo de naturalizarse es un eufemismo por invadir). Sin embargo, añade sin ruborizarse, se muestra partidario de su control tal y como se ha hecho estos últimos años en diferentes campañas (nota: si alguien recuerda una campaña de erradicación de Pennisetum que no sea las realizadas en La Palma o Fuerteventura, por favor que lo diga. Una prueba más de que los políticos viven en otro planeta). Y finaliza diciendo, aún sin parpadear, que se haga todo esto: "dentro de la estrategia que ya existe y que está llevando el Gobierno de Canarias para el control de esta especie". (Lo dicho, en otro planeta muy, muy lejano).
+ Por último un tercer diputado, en este caso del PP dice que de acuerdo y que se incluya este caso en la Estrategia Canaria para la prevención y control de especies invasoras (lo menos de Júpiter)
Perdonen señorías que no me crea nada. Ya son muchas las ocasiones en que este tema se ha tratado en plenos de Cabildos y similares, por ejemplo en 2007 en Gran Canaria (http://portal.grancanaria.com/portal/RWcab/DOCUMENTOS/1/0_7555_1.pdf), y desde entonces tampoco se ha hecho nada. Para gestionar este caso es necesario más información, priorización del problema e inversión, y no creo que la cosa se arregle informando al público con un folleto, como plantea el diputado de CC. La gente no puede hacer nada para remediar el problema, ese es ya trabajo de los organismos públicos. No se puede pedir al pueblo que solucione este problema sobre el que no se ha hecho nada o muy poco en varias décadas.Cada uno es responsable de su trabajo o de su pasividad.
Y Pennisetum setaceum sigue expandiéndose por todas las Islas.¿Costaría mucho que alguien arrancara los 100 ejemplares de Pennisetum que están iniciando la colonización del fondo de la Caldera de Bandama?¿Es necesario un Plan de Erradicación para eso o basta con voluntad y dinero?

miércoles, 9 de febrero de 2011

Sobre la sábila, zábila o pita sábila (Aloe vera), en Canarias

Ultimamente se le está dedicando mucha atención a la especie Aloe vera, llamada en Canarias sábila (zábila en la escritura), pita sábila e incluso pita sabia. Hoy conocida simplemente como aloe. Nadie duda del origen sudafricano de la especie, y se le tiene por introducida segura (IS). Esta planta ha sido comercializada desde muy antiguo (varios siglos antes del nacimiento de Cristo) por los pueblos del Mediterráneo que debieron traerla de su lugar de origen y extenderla por el norte de África y en las áreas europeas y asiáticas donde pudiera desarrollarse. Su uso medicinal, la extracción del acíbar, y la facilidad para propagar la planta a partir de sus hojas carnosas que perduran varias semanas sin secarse manteniendo su capacidad de arraigar, propiciaron esta extensión. Un magnífico artículo sobre esta planta puede verse en el último número de la revista Makaronesia, editada por la Asociación de Amigos del Museo de Ciencias Naturales de Tenerife, y escrito por mis profesores y maestros (y no es peloteo, que no me hace falta) Wolfredo Wildpret de la Torre, Consuelo E. Hernández Padrón y Pedro Luis Pérez de Paz. En este trabajo puede leerse la historia natural de esta especie (Aloe vera en Canarias: aspectos botánicos y etnobotánicos, Makaronesia, 12: 116-131)
En Canarias la especie fue comercializada como acíbar desde los inicios de la conquista europea, y tardaría muy poco en llegar como cultivo. Su primera referencia data de la segunda mitad del siglo XVII, antes de 1678, año en que Fray José de Sosa publicó su obra Topografía de la isla afortunada de Gran Canaria. Se trata de la descripción de la plaga de langosta que asoló la isla en 1659. El autor nos dice: "..pues hasta las ojas de las palmas que son fuertissimas y las ojas de sabila que no ai animal por inmundo que sea que las coma ellas las destruian...". Otra referencia nos la ofrece Viera y Clavijo, en su ya famoso Diccionario de Historia Natural de Canarias, terminado en 1812, aunque editado en 1865.
La datación del momento de la naturalización de una especie exótica es importante, ya que ésta es la única referencia válida para ser considerada o no un arqueofito (planta asilvestrada antes del año 1500 d.C, según el concepto más generalizado, por ejemplo utilizado en el Atlas de Plantas Invasoras de España). Pero sobre este aspecto, discutible en Canarias ya que la fecha coincide con el inicio de la colonización europea en las Islas, ya dedicaremos otra entrada.
Se trata pues de una planta asilvestrada en Canarias desde hace más de 350 años, sin ser considerada como invasora, ya que sus poblaciones silvestres se mantienen en lugares degradados y antropizados, sin al parecer desplazar a la vegetación autóctona.

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Las especies invasoras en el año internacional de la Biodiversidad