Estamos cerca del día de los finaos, el 1 de noviembre, y la gente se pregunta porqué no hay castañas del país en el mercado. Vamos a hablar del castaño.
La discusión sobre si el castaño o castañero debe considerarse una especie invasora en Canarias está planteada desde hace años. En 2011 apareció en el primer decreto nacional sobre el catálogo de especies exóticas invasoras como especie potencialmente invasora, lo que abrió la caja de los truenos, cayendo sobre este documento legal todas las iras de colectivos públicos y privados, que decían que el castañero, junto al almendrero y a otros "frutales forestales", debían sacarse de cualquier lista de especies introducidas e invasoras (ver nuestras entradas sobre el tema, http://invasionesbiologicas.blogspot.com/search/label/Castanea%20sativa). Hoy esa discusión permanece entre los científicos y administradores, pero de momento oficialmente no se trata como una especie invasora necesitada de gestión. Eso no impide que sí haya conseguido permanecer en nuestros montes de forma autónoma, produciendo nuevos individuos de forma natural, ocupando nuevos territorios, o cuanto menos impidiendo a la vegetación natural regenerarse. Esto es muy visible en islas como La Palma, donde el caso ha sido denunciado varias veces (https://www.eldiario.es/canariasahora/lapalmaahora/sociedad/castano-monteverde-brena-alta-arnoldo-santos_1_4369204.html)
En el resto del mundo, el castañero es considerado invasor en 26 países, desde América del Norte, Australia, Asia, etc. (https://www.gbif.org/es/species/5333294; https://www.invasive.org/browse/subinfo.cfm?sub=12175).
Detalle de las inflorescencias masculinas
Inflorescencias femeninas en proceso de maduración
Castaña germinando en la naturaleza. Las poblaciones actuales de castañeros se mantienen por sí solas, sin ayuda del ser humano. Es una planta perfectamente asilvestrada.Pero todo esto no es nuevo, es simplemente un problema sin resolver que ya dura muchos años. El caso es que ahora el castañero está amenazado al parecer por un hongo, Phytophthora cambivora, y al menos en Gran Canaria, en las zonas de medianías del norte, está seriamente amenazado. En algunos municipios, como Valleseco o Teror, el hongo ya ha causados efectos devastadores sobre la importante población de estos árboles en ambos municipios (https://www.canarias7.es/canarias/valleseco-auxilia-a-sus-castanos-GY8274844).
En lugares emblemáticos como la Laguna de Valleseco o la Finca de Osorio, los viejos castaños están muriendo. En ocasiones son reemplazados por variedades más resistentes al ataque del hongo, de origen americano o asiático, pero en los castañares asilvestrados este reemplazo no se produce y el castañar reduce su extensión.
Viejos castañeros muertos en Osorio (Teror, Gran Canaria)
Nódulos observables en el tronco de los ejemplares muertos
Castañar de Osorio en 2003. Los árboles más abundantes, de color verde brillante son los castaños. Los verde oscuro de la derecha son alcornoques (Quercus suber)
Mismo lugar en 2023. Los claros formados en el castañar se ocupan por especies de monte verde y por alcornoques, los puntos verde oscuro más grandes.
Este es un problema similar a lo que está ocurriendo con las tuneras (Opuntia maxima) y la cochinilla grana mexicana (Dactylopius opuntiae), que está barriendo con estas plantas en La Palma y Tenerife, después de haberlo hecho en el norte de África. Y no debería ser una alegría, ya que por muy conservacionista que se sea, no se deja de reconocer la importancia etnobotánica de estas plantas en las Islas. Deberíamos ser capaces de mantener nuestras costumbres sin afectar al medio ambiente. Esto no puede consistir en desear la desaparición de ciertas especies, por muy invasoras que sean, sino de procurar que no se produzca el daño que ocasionan al medio.