Ayer miércoles concluyeron las jornadas sobre biodiversidad y
especies exóticas invasoras organizadas por el Cabildo de Gran Canaria, las dos
universidades públicas canarias y el Consejo Superior de Investigaciones
Científicas. Estuvieron divididas en dos días en los que se pretendía ofrecer
una información de calidad para el público, preparando el debate que se
organizó y cuyos participantes pueden conocerlos en el programa que se enlaza a
continuación (http://invasionesbiologicas.blogspot.com.es/2016/05/jornadas-sobre-biodiversidad-y-especies.html).
Durante el primer día, la información aportada por los
distintos intervinientes fue aplastante. Los científicos participantes nos
ofrecieron una visión de primera mano y apoyada en publicaciones científicas,
es decir, en datos contrastados, sobre la riqueza de la biodiversidad canaria y
los efectos de diferentes especies o grupos de especies, exóticas invasoras: la
culebra real de California, la ardilla moruna, los gatos, conejos, muflones,
arruís, cabras y ovejas asilvestradas, etc. El segundo día, las dos ponencias
iniciales trataron sobre la legislación que afecta a este tema, y sobre las
actuaciones llevadas a cabo sobre las cabras asilvestradas en los últimos meses
por el Cabildo Insular de Gran Canaria. Esta cuestión fue la principal
promotora de estas jornadas y la que motivó la tormenta de acusaciones y
opiniones vertidas en los medios. Esta última charla centraba el tema para su
posterior debate.
El objetivo era alcanzar un acuerdo de mínimos sobre lo que
debía hacerse en un futuro con este tema.
Pero la discusión no fue tal, en la mayoría de los casos el
debate se limitó al planteamiento de las opiniones de cada interviniente, muy distintas
y diversas. Las posiciones fueron inamovibles. Y la razón la dejó clara una de
las intervinientes en el debate, en concreto la psicóloga de la ULPGC. Ella
vino a decir algo similar a que existen muchos puntos de vista de un mismo
problema y que cada uno tiene opiniones diferentes. Muchos participantes en el
debate siguieron el mismo camino: esta es mi opinión y es tan respetable como
cualquiera.
Pero esto no es así, no era una opinión contra otra, no era
un debate televisivo ni una charla de bar, eran unos datos, unas conclusiones
científicas elaboradas aplicando un método científico, frente a opiniones
basadas en observaciones puntuales y subjetivas. Es cierto que la verdad
absoluta no la conoce nadie, pero sí que hay aproximaciones más reales que
otras a esa verdad. Cuando se demostró que la Tierra era redonda nadie siguió
diciendo que era plana. Ya no había dos opiniones, había una realidad y
diferentes creencia. Después resultó que no era redonda del todo, pero la
ciencia avanza para acercarnos a la realidad, y las imprecisiones ayudan a mejorar el método.
En definitiva, la mayor parte de los participantes estaban
de acuerdo en que las cabras había que sacarlas de los espacios naturales
protegidos y la discusión se limitaba al método. Pero los irreductibles no se
movieron un ápice de sus planteamientos. Seguían diciendo:
- Las cabras asilvestradas (libres las llamaron) siembran
endemismos
- Los animales con córtex desarrollado no se deben matar
- Las cabras asilvestradas no dañan los endemismos
- Hay una mano negra que promueve todo esto
- Las cabras llevan ahí desde hace 2500 años
- No es una reforestación, ahí nunca creció un bosque
etc., etc.
También quedó claro que las cabras asilvestradas no son
el único problema: el rabo de gato, los conejos, las ratas, el picudito o
barrenillo de la palmera, son otros peligros que merecerían cada uno un debate,
pero un debate con conclusiones, no un frontón.
Claro que el Dr. Invadator tiene su propia
opinión de todo esto.