A partir de la celebración del "Taller sobre invasiones biológicas y Normativa de aplicación" y de la difusión de sus conclusiones se ha abierto una nueva fase en la ya dilatada historia de la polémica sobre la erradicación del conejo común europeo (Oryctolagus cuniculus) en Canarias. Primero en el blog "La caza en Canarias" (http://lacazaencanarias.blogspot.com.es/2013/11/ya-sabemos-donde-estan-los-enemigos-de.html), y después en la página web de la Real Federación Española de Caza (http://www.fecaza.com/hemeroteca/49-noticias-generales/2530-la-rfec-indignada-con-la-posible-decision-canaria-de-erradicar-los-conejos-de-sus-islas).
Hay que indicar, ante todo, que las formas no deberían de perderse nunca. La comunidad de cazadores de Canarias puede defender sus posturas sin caer en el intento de desprestigiar a los asistentes del taller en que se trató el tema de la gestión del conejo en los ecosistemas canarios. Todos son reconocidos técnicos, profesores universitarios y profesionales. Tan respetables como los propios cazadores, y sus opiniones no van en contra de nadie, sino con la intención de conservar el inmenso patrimonio natural que debemos preservar entre todos. Dejando aparte las formas, manifiestamente mejorables, existen cuestiones que merecen clarificarse en esta polémica:
* El conejo es una especie exótica o alóctona en las Islas Canarias, es decir no es autóctona del Archipiélago.
* Aunque, efectivamente, su presencia data de los inicios de la colonización europea de Canarias (finales del siglo XV y XVI), 500 años no representa un periodo de tiempo suficiente como para que un ecosistema se acomode a la presencia de una especie alóctona. Las especies vegetales canarias han evolucionado durante millones de años sin la presencia de herbívoros, y no están adaptadas para resistir su actividad depredadora sobre ellas, por lo que la idea de que "hace tanto tiempo que están entre nosotros que ya forman parte del medio natural canario" no es cierta en ningún extremo.
* Los conejos son además de las especies llamadas "ingenieras", es decir, que su actividad sobre el ecosistema es tan importante, que los modelan e intervienen en casi todos los procesos que los integran. En los lugares donde este animal es autóctono su presencia es vital para el mantenimiento del medio.
* El conejo es considerado en todo el Mundo como una de las especies más invasoras y de mayor efecto sobre el medio, (decir del IUCN eso de que "¿y quienes son ellos?" implica un gran desconocimiento de los organismos internacionales que velan por la protección del medio ambiente) y en Canarias está demostrado que producen un importante impacto sobre la vegetación e incluso sobre la agricultura. Este aspecto está fuera de cualquier discusión
Dejando esto claro, hay que ponerse a discutir cómo se equilibran los derechos de unos y de otros: el derecho de toda la Humanidad, no sólo de los canarios, de disfrutar y de mantener la biodiversidad canaria, aprovechando este recurso natural y patrimonio de la humanidad, que tenemos la responsabilidad de proteger, y el derecho de los cazadores a ejercer su afición.
Sobre el valor económico de la caza en las Islas, tampoco compensa la pérdida del patrimonio natural que genera la caza, porque, si es por dinero, podemos soltar elefantes, que su caza se paga muy bien. No creo que haya dinero para pagar la extinción de una especie, y muchas de las plantas canarias están en serio riesgo de extinguirse, en parte por el efecto de conejos y otros herbívoros introducidos.
Que el Ministerio rechaze la inclusión del conejo en el catálogo español de especies invasoras tampoco quiere decir nada, sólo que este gobierno, como tantos otros, no quiere problemas con colectivos importantes, como sin duda es el de los cazadores, pero no significa que la especie no sea invasora. También lo son la trucha arco iris y otros peces de agua dulce que tampoco se integraron en el catálogo por las mismas razones.
Volvamos a la cordura, es preciso gestionar la presencia del conejo en nuestro medio y hay que priorizar los intereses que deben preservarse: los del conjunto de la humanidad o los de la comunidad de cazadores de las Islas. Sin cuestiones personales. Y no mezclemos las cosas, no es un ataque contra nadie, ni una guerra de urbanitas contra el medio rural, ni nada que se parezca. Es un problema que hay que solucionar. Y que el conejo es una especie dañina contra el medio en Canarias, lo es, no les quepa duda. Sólo tienen que ver cómo se regenera la vegetación en zonas que han sido valladas y donde los herbívoros no tienen acceso.
Seamos sensatos, porque de nuestra capacidad de diálogo y de nuestra capacidad de razonamiento, sin prejuicios, depende gran parte del futuro de la flora canaria, ¿seremos capaces de hacerlo?
Así se encuentran los ejemplares de mayor tamaño de Lotus kunkelii, especie exclusiva de Gran Canaria, en muy serio peligro de desaparecer (quedan menos de 100 ejemplares silvestres en un único enclave de la isla). La jaula lo protege de los conejos pero hace muy difícil su reproducción, al impedir el paso de polinizadores o de dispersores de sus semillas. Los conejos están acercándose a los lugares habitados para protegerse de los cazadores y por tener mayores recursos para mantenerse con vida. Así, mientras en los montes es difícil encontrarlos, algunos barrancos como el de Jinamar, Guiniguada, Arguineguín, o Las Coloradas, se están convirtiendo en verdaderas conejeras donde este animal es cada vez más frecuente. ¿Qué hacer?