Nicandra physalodes es una planta anual o bianual que llega a alcanzar un poco más de un metro de altura, originaria de Sudamérica. En Canarias se ha encontrado en todas las islas excepto El Hierro y Fuerteventura, y hasta el momento recibe la consideración de introducida, no de invasora (cf. aquí). En Gran Canaria es muy común en la zona noreste, desde los 200 a los 500 m sobre el nivel del mar (San José del Álamo, Tamaraceite, Arucas, etc.). Crece sobre todo en bordes de pistas y carreteras, pero decir esto en el norte de Gran Canaria es decir que puede encontrarse en cualquier sitio, a pocos metros de bosquetes de acebuches (Olea cerasiformis), palmerales, etc. Pero su efecto no está en su capacidad de ocupar el espacio, que no es mucha, sino en la toxicidad de toda la planta, rica en alcaloides, como en casi todas las Solanáceas, familia botánica a la que pertenece el género Nicandra (ver aquí). Además, dado su efecto insecticida, esta especie puede modificar el ecosistema selecionando polinizadores y/o dispersores de sus semillas, afectando a la capacidad de progresión de la vegetación autóctona. Pocos ejemplares, y a cierta distancia de los núcleos mejor conservados tienen efectos importantes sobre la capacidad de regeneración de los ecosistemas.
Pero en el caso de Nicandra physalodes tampoco hay que descartar su potencial invasor, ya que en muchas partes del Planeta recibe esta consideración de especie invasora (Hawai, Japón, China, Estados unidos, Portugal, etc.) (confirmar en
http://www.hear.org/pier/species/nicandra_physalodes.htm
http://www.invasive.org/browse/tax.cfm?fam=457&genus=Nicandra
http://invasive.m-fuukei.jp/sdetail.php?g=Nicandra&s=physalodes