Siguiendo con la actividad formativa desarrollada por el proyecto "Invasores en nuestro entorno", después de la disección de algunos individuos en el centro, a la que dedicamos la entrada anterior, la siguiente fase consistió en intentar la captura de algunas serpientes en su población del Barranco de Guiniguada.
La jornada se inició con la explicación, por parte de los monitores de Gesplán, de cómo se capturan estas serpientes, mostrando las trampas utilizadas y permitiendo que los alumnos se familiarizaran con el animal para que, si ven alguna serpiente no tengan miedo a cogerla.
Después de este primer contacto con la culebra se inicia el camino hacia el barranco y la búsqueda activa de nuevos ejemplares. Al principio sin suerte, ya que sólo encontramos una muda y algunas huellas del paso de una serpiente por una zona arenosa. Pero finalmente pudimos capturar dos ejemplares de la serpiente, una albina y más pequeña y otra más grande y anillada.
Terminamos así la jornada en la que asistimos a la dura labor de los trabajadores de Gesplán, que además de dedicarse a esta labor pedagógica, son los encargados del trabajo tanto en el Guiniguada como en la zona de Maragán-Jinámar. Una amplísima superficie para tres personas. De hecho, mientras estábamos en la actividad, uno de los trabajadores tuvo que responder a una llamada desde Marzagán en la que pedían que acudiese a recoger un ejemplar capturado. Poca gente para mucho trabajo.
Como dato curioso y a la vez sintomático de la admiración que las serpientes despiertan entre los jóvenes que asisten a estas excursiones, hay que comentar un dato interesante: muchos de los alumnos asistentes a la actividad declararon su voluntad de tener una de estas serpientes en sus casas, y esto después de decirles varias veces que estaba prohibido y que las multas podían ser muy altas, y de hacerles ver la problemática ambiental que produce la serpiente. De hecho, cuando se realizan estas jornadas en el Guiniguada, a los alumnos no se les enseña la hubicación de las trampas, imagino que para que no vuelvan en otro momento a capturarlas para ellos. En cambio, cuando se realizaron en San Roque o La Solana, la visita a las trampas era la mejor forma de capturar a estos animales.
Estas trampas se esconden de la vista de la gente, por algo será. El camino que recorre el Guiniguada por su fondo es permanentemente visitado por ciclistas, corredores, mascotas y sus dueños, y demás gente.
Mucho trabajo para pocas personas y con mucha gente alrededor. Lamentablemente, compartimos la suspicacia de los trabajadores de Gesplán. Cuanta menos gente conozca la presencia de estos animales en un barranco urbano como este, mejor.
Por cierto, a mitad de año, ya se han capturado en 2022 más de 1.900 ejemplares de culebra real de California, casi las mismas que se capturaron en todo el año 2020. El año pasado el número fue de 2.648 serpientes capturadas.
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