Hoy no se discute la importancia del efecto que producen las especies invasoras sobre el medio. Para evitarlo tenemos una buena cantidad de normativa, todos los proyectos, planes de gestión, de organismos públicos y privados, tienen en cuenta este tema. Pero llama la atención que, cuando más concienciados estamos y mejores herramientas tenemos para evitarlas y combatirlas, el número de especies invasoras y sus efectos se multipiquen.
Y esto tiene una explicación simple que muchas veces se nos escapa por nuestra falta de perspectiva, por la inmediatez en la que estamos sumidos desde hace años. Las invasiones actuales se deben, en gran parte, a los errores que cometimos hace 50 años: Pennisetum setaceum se introdujo en Canarias quizá en la década de los 50. La primera cita de esta planta asilvestrada se localiza en el Puerto de la Cruz en 1963; la ardilla moruna, Atlantoxerus getulus, se introdujo en Fuerteventura en 1965; muchas especies que hoy son un problema ambiental, como Cortaderia selloana, Whashingtonia robusta o Eschscholzia californica, fueron promovidas por los ajardinamientos de urbanizaciones y carreteras que conllevaron la expansión turística de esa misma época.
Han sido necesarias varias décadas para que podamos apreciar el efecto de la expansión de estas especies. ¿Qué ocurrirá dentro de 50 años con las especies que hoy estamos introduciendo en las islas y que hoy no aparentan ser un problema? Las normas, los proyectos, no deberían limitarse a lo que hoy ya conocemos como especies invasoras, sino, en general, deberian evitar la introducción de especies en las Islas. Tenemos que sacar conclusiones de la historia vivida, si no, ¿de qué habrá servido tanto conocimiento acumulado y tanto dinero gastado? Sin contar con las posibles especies desaparecidas por este motivo, entre otros.
Imagen de Pennisetum setaceum en Guayedra. Tomada por Gunther Kunkel a finales de los años 60. Su primera cita en la zona se debe a P. Sunding en 1966Aspecto actual de la invasión de Pennisetum setaceum en Guayedra (Gran Canaria)
Jardines del Aeropuerto de Los Rodeos en Tenerife hacia finales e los años 60. Entre los setos se observa un ejemplar joven de Cortaderia selloana. Hoy la planta está muy extendida por toda la zona.
Imagen de 1971 del antiguo Mirador de El Lasso, en Las Palmas de Gran Canaria. En primer término Cortaderia selloana.
Imagen de los ajardinamientos de la Playa de Los Cristianos (Tenerife). Año 1971. Cortaderia selloana a ambos lados de la carretera. Este tipo de ajardinamiento de carreteras sigue siendo habitual en las Islas.
Proliferación de Eschscholzia californica en las proximidades de Bandama (Gran Canaria)
3 comentarios :
Totalmente de acuerdo con tus consideraciones Marcos
Buen artículo de reflexión.
Gracias por sus opiniones y por la participación en el blog. Espero que llegue a los oidos adecuados. Un cordial saludo.
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