Como puede verse, a pesar de las campañas de eliminación realizadas desde 2015 (o incluso antes), Pennisetum setaceum prosigue rápidamente la ocupación de la piconera, tanto por encima como por debajo de la Cueva de Los Canarios, que por cierto ha sufrido un gran derrumbe.
La mancha de rabo de gato ha alcanzado el lomo de la montaña con orientación NE, y ha crecido mucho por encima de la carretera, subiendo hacia el Pico. La mancha más a la izquierda se ha hecho más densa y alcanza ya el camino que baja al fondo de La Caldera. Las manchas en la base de la piconera también han aumentado, y se ha regenerado la que existe detrás de la casa (ver imágenes siguientes). esta mancha fue eliminada casi por completo en 2015 (ver en http://invasionesbiologicas.blogspot.com/2015/02/se-han-iniciado-trabajos-para-el.html)
Las siguientes imágenes son de estos grupos de Pennisetum que se observan a la bajada.
Esperemos que este espacio natural tan importante no acabe como muchas de las laderas llenas de picón de las zonas vecinas, como esta ladera del Barraquillo de Dios, que se aprecia desde la cima del Pico de Bandama. Gran parte de las laderas de este tipo orientadas al SE y al S están siendo "tragadas" por el rabo de gato. Este sigue siendo el problema más gordo de por aquí.
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