Hasta el momento sólo conocía a la planta introducida Moricandia arvensis, de la costa y las medianías bajas del noreste de Gran Canaria, desde Las Palmas de Gran Canaria hasta Gando. Pero ya ha alcanzado la cumbre de la Isla, ocupando los alrededores de las instalaciones de Parador de la Cruz de Tejeda, creciendo junto a las retamas amarillas (Teline microphylla) y los pinos canarios. La plasticidad ecológica de cada especie es un factor importante para conocer su capacidad invasora. Una especie como la que aquí mencionamos, que sea capaz de vivir tanto en la costa como en la cumbre puede ser una candidata para convertirse en invasora. Quizá no constituía un grave problema en la zona más seca de la Isla, pero ahora que alcanza nuevos hábitats habrá que estar vigilante sobre su capacidad invasora en estos lugares. Estaremos atentos.
Ejemplar de Moricandia arvensis creciendo en Bocabarranco, en la costa de Telde.
Detalle de las flores vialáceas de la especie
Grupo de ejemplares creciendo en el herbazal que acompaña a los claros del matorral de Teline microphylla en la Cruz de Tejeda
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