El principal vector de entrada de nuevas especies en las islas desde las últimas décadas es sin duda la jardinería. En estos dos ejemplos que pasamos a comentar se reflejan dos de las maneras más frecuentes que tienen las especies exóticas de incorporarse a la flora insular. Ambos tipos de introducción son involuntarias, y por tanto difícilmente controlable y mucho menos regulable. Se trata de las especies Cynanchum acutum y Youngia japonica.
La primera, conocida popularmente en la Península Ibérica como matacán, donde crece en toda la región mediterránea, ya se conocía en Canarias, donde se ha citado creciendo en Fuerteventura y Lanzarote. Esta enredadera fue encontrada por Kunkel por primera vez en Canarias, más concretamente en Lanzarote, en 1973, creciendo en el pie de una palmera introducida desde la Península Ibérica (cf. en http://mdc.ulpgc.es/cdm/ref/collection/cbotanica/id/17). Es curioso que nuestro hallazgo repite esta misma circunstancia. En el Barranco de Taurito, en una reciente plantación de palmeras, se ha encontrado esta planta floreciendo en este mes de agosto pasado. Su propagación es tanto por semillas como por tallos subterráneos estoloníferos, por lo que su eliminación, una vez instalada es muy difícil. En el mediterráneo peninsular crece en cauces de acequias, bordes de invernaderos, cañaverales, etc.
La segunda, Youngia japonica, es una recién llegada al Archipiélago. Su primera cita ha sido muy reciente, en este mismo año de 2013, aunque se encontró en 2010, creciendo en céspedes deportivos (campos de golf) en Tenerife (cf. en http://www.jardincanario.org/portal/RWcab/DOCUMENTOS/14/0_29245_18.pdf). En este caso es una planta asiática que se ha extendido por todo el mundo de esta manera, creciendo en céspedes. Seguramente sus semillas se mezclan con las de las gramíneas que conforman el césped y resulta imposible separarlas. En Gran Canaria la hemos localizado en los jardines públicos del Puerto de Mogán. Es una pequeña planta acual, de la familia de las margaritas y cerrajas, cuyas semillas se dispersan por el viento colonizando lugares húmedos y sombreados.
Cynanchum acutum se introduce y viaja de una isla a otra mediante la tierra donde crecen las palmeras importadas, y Youngia japonica confundida con semillas del césped. ¿Sería posible impedir estas introducciones? No lo creo, sólo se lograría impidiendo el transporte entre regiones de cualquier planta en maceta, y de semillas totalmente filtradas, imponiendo multas a las empresas que venden semillas en las que hay otras especies no declaradas. Pero esto habría que hacerlo también con los alimentos de animales domésticos (pájaros, conejos, hámsters).
La nueva norma, el real decreto en el que se publica el catálogo de especies exóticas invasoras, incluye un apartado para la labor de las aduanas, puertos, aeropuertos, etc., con relación a las especies del catálogo, pero no dice nada de su actuación sobre otras especies invasoras que no están todavía catalogadas.
Mientras tanto nos toca controlar estas introducciones y evitar que se extiendan llegando a ser invasivas. Mucho trabajo.
2 comentarios :
Como éramos pocos, parió la abuela.
Hola Jesús:
Gracias por tu participación en el blog. Esta abuela da a luz día sí y día también. La suerte es que no todos sus hijos son igualmente perjudiciales para nosotros. Cynanchum sí puede ser un problema a medio o largo plazo, pero Youngia seguramente se mantendrá como una de tantas especies que crece en nuestros jardines y zonas urbanas sin afectar demasiado al medio.
Un saludo y de nuevo gracias por participar.
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