Es interesante fijarse en el modo en que las especies introducidas, invasoras o no, interaccionan con otras especies, ya sean autóctonas o no. Este hecho es quizá el punto más importante que hace de una especie introducida, una invasora. Aunque ya se ha hablado en este blog de algún ejemplo de esta relación y de su efecto sobre la capacidad invasora de determinadas especies: Acacia farnesiana-conejo europeo, lagartos canarios-Opuntia spp. (ver http://invasionesbiologicas.blogspot.com.es/2010/12/las-especies-exoticas-como-ingenieros.html), traemos aquí dos nuevas muestras de la importancia de esta relación.
El primero nos la ofrece Esperança Alomar desde La Palma, y se trata de la avispa autóctona, Ancistrocerus haematodes, perforando las flores de Arbutus unedo, un árbol de origen mediterráneo asilvestrado en Tenerife y Gran Canaria y que hibridiza con el endémico madroño canario (Arbutus canariensis), para poder alcanzar el néctar de su interior, al que no tiene acceso por su tamaño. Esta forma de acceder a la recompensa sin hacer el trabajo de ayudar a la polinización no debe ser lo pretendido por la especie vegetal de origen mediterráneo, por lo cual pierde ocasión de fecundar sus flores, crear frutos y propagarse. En este caso la interacción es negativa para la especie introducida.
El segundo ejemplo ha sido captado en Gran Canaria, en concreto en el Jardín Botánico Viera y Clavijo de la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria. Allí viven desde hace años, en semilibertad, varios ejemplares del pato criollo, Cairina moschata, los cuales han logrado reproducirse con éxito en esa zona. Pues bien, se ha detectado, tal como muetran las imágenes que acompañan a esta entrada, que los polluelos de este pato, así como seguramente también los adultos, se alimentan de los frutos del uvero de mar, Coccoloba uvifera, un pequeño árbol caribeño muy frecuente en los jardines de las costas canarias. ¿Podrán estos patos ser los vectores que permitan el asilvestramiento del uvero de mar? Lo veremos con el tiempo, pero es sin duda un caso claro de interacción positiva entre estas dos especies exóticas en Canarias.
Aspecto de las flores de Arbutus unedo tras la acción de la avispa. Estas flores podrán ser visitadas por varios potenciales polinizadores sin cumplir esta función reproductiva. Esta imagen y la anterior están en esta entrada gracias a la generosidad infinita de Esperança Alomar. Gracias.
Adulto de Cairina moschata conduciendo a sus crías por los senderos del Jardín Botánico Viera y Clavijo hasta su lugar de alimentación.
Adulto y crías alimentándose de los frutos rojos, maduros, de Coccoloba uvifera.
Detalle de un patito "atacando" una baya de Coccoloba uvifera. ¡Que aproveche!
No hay comentarios :
Publicar un comentario