La presencia de la hormiga argentina (Linepithema humile) en Canarias data de, al menos, principios del siglo XX, cuando ya se incluyó en el trabajo de W.M. Wheeler (1927. The ants of the Canary Islands. Proc. Am. Acad. Arts Sci. 62: 93-120). Hoy es considerada una de las 100 especies invasoras más peligrosas en todo el Planeta (http://www.issg.org/database/species/search.asp?st=100ss).
Su presencia en Canarias no es ni una novedad ni presenta ahora una mayor importancia que hace 8 años cuando X. Espadaler y V. Bernal publicaron su trabajo sobre las 12 especies de hormigas exóticas que están presentes en la Isla (Espadaler X. & V. Bernal (2003). Hormigas exóticas en las islas Canarias (Hymenoptera, Formicidae). Vieraea 31: 1-7) (cf. aquí) .
Sin embargo un artículo dedicado a esta especie y a su presencia en la isla del Hierro, nos sirve para ejemplificar una tendencia muy habitual en la prensa generalista. El artículo en cuestión aparece en el portal de Canarias Investiga (http://www.canariasinvestiga.org/), y lleva por título:
Una hormiga invasora amenaza el entorno del árbol Garoé en El Hierro. (ver aquí)
Un buen artículo, documentado e informativo sobre la situación de ésta y de otras hormigas exóticas en Canarias, y que toma como ejemplo de la importancia de estas introducciones la captura de ejemplares de esta especie en la zona donde debió estar situado el mítico árbol herreño. Recomendable.
Pues este trabajo es citado por la prensa, modificando el titular, que queda así:
Miles de hormigas argentinas atacan al mítico árbol Garoé. (ver aquí)
El contenido del artículo viene a ser un resumen del original.
El nuevo titular nos presenta a batallones de hormigas atacando sin piedad a un árbol que lleva derribado más de 3 siglos. ¿Es necesario desvirtuar la información para llamar la atención del lector? El centro de atención del artículo original es la hormiga invasora, mientras que en el segundo caso la cuestión se centra en la víctima: no es que las hormigas amenacen el sistema biológico, sino que atacan nuestras raices históricas. Una pena.
Pero la cosa va a más.
En la página de la televión autónoma de Canarias se hacen eco de la noticia y proponen el siguiente titular:
Miles de hormigas dañinas invaden El Hierro. (no es broma, ver aquí)
En la propia noticia se aclara por parte del investigador citado por la primera fuente que la noticia se ha exagerado, que la detección de estas hormigas en El Hierro era totalmente previsible, y que ni tan siquiera amenazan al árbol que se plantó en la zona donde debió estar situado el antiguo Garoé. Pero el titular ahí queda. Las malvadas hormigas no sólo quieren hacerse con el árbol difunto, sino que ahora se proponen invadir toda la isla de El Hierro. De risa.
Las hormigas son especies con un gran impacto sobre todo el ecosistema. Entre una de sus funciones está la dispersión de semillas. En la imagen, hormigas autóctonas buscando semillas de rabo de gato (Pennisetum setaceum).
Su presencia en Canarias no es ni una novedad ni presenta ahora una mayor importancia que hace 8 años cuando X. Espadaler y V. Bernal publicaron su trabajo sobre las 12 especies de hormigas exóticas que están presentes en la Isla (Espadaler X. & V. Bernal (2003). Hormigas exóticas en las islas Canarias (Hymenoptera, Formicidae). Vieraea 31: 1-7) (cf. aquí) .
Sin embargo un artículo dedicado a esta especie y a su presencia en la isla del Hierro, nos sirve para ejemplificar una tendencia muy habitual en la prensa generalista. El artículo en cuestión aparece en el portal de Canarias Investiga (http://www.canariasinvestiga.org/), y lleva por título:
Una hormiga invasora amenaza el entorno del árbol Garoé en El Hierro. (ver aquí)
Un buen artículo, documentado e informativo sobre la situación de ésta y de otras hormigas exóticas en Canarias, y que toma como ejemplo de la importancia de estas introducciones la captura de ejemplares de esta especie en la zona donde debió estar situado el mítico árbol herreño. Recomendable.
Pues este trabajo es citado por la prensa, modificando el titular, que queda así:
Miles de hormigas argentinas atacan al mítico árbol Garoé. (ver aquí)
El contenido del artículo viene a ser un resumen del original.
El nuevo titular nos presenta a batallones de hormigas atacando sin piedad a un árbol que lleva derribado más de 3 siglos. ¿Es necesario desvirtuar la información para llamar la atención del lector? El centro de atención del artículo original es la hormiga invasora, mientras que en el segundo caso la cuestión se centra en la víctima: no es que las hormigas amenacen el sistema biológico, sino que atacan nuestras raices históricas. Una pena.
Pero la cosa va a más.
En la página de la televión autónoma de Canarias se hacen eco de la noticia y proponen el siguiente titular:
Miles de hormigas dañinas invaden El Hierro. (no es broma, ver aquí)
En la propia noticia se aclara por parte del investigador citado por la primera fuente que la noticia se ha exagerado, que la detección de estas hormigas en El Hierro era totalmente previsible, y que ni tan siquiera amenazan al árbol que se plantó en la zona donde debió estar situado el antiguo Garoé. Pero el titular ahí queda. Las malvadas hormigas no sólo quieren hacerse con el árbol difunto, sino que ahora se proponen invadir toda la isla de El Hierro. De risa.
Las hormigas son especies con un gran impacto sobre todo el ecosistema. Entre una de sus funciones está la dispersión de semillas. En la imagen, hormigas autóctonas buscando semillas de rabo de gato (Pennisetum setaceum).
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