sábado, 25 de septiembre de 2021

Si quieres resultados diferentes, atrévete a hacer cosas diferentes (Einstein)

En el tema de las especies invasoras parece que los problemas prosiguen y se intentan soluciones repetidas. Y muchas veces poco lógicas. Un claro ejemplo de ello es el tema de intentar eliminar las especies invasoras utilizándolas para servir de alimento o para fabricar alguna cosa útil (https://www.tree-hugger8.net/invasive-species-you-can-eat-5084844; https://cnnespanol.cnn.com/2012/08/14/deberiamos-comernos-las-especies-invasoras/; etc.). Uno de los usos más repetidos que pueden darse a algunas plantas invasoras es el de producción de fibras para la fabricación de papel o de otros materiales.

En este mismo blog se ha tratado este tema varias veces (http://invasionesbiologicas.blogspot.com/2009/09/en-las-gomera-fabrican-papel-con.html; http://invasionesbiologicas.blogspot.com/2011/12/aunque-hoy-es-28-de-diciembre-esto-no.html; http://invasionesbiologicas.blogspot.com/2017/03/mac-ecofibras-un-proyecto-no-libre-de.html). Las primeras actuaciones para fabricar papel o utilizar las fibras de plantas como el rabo de gato (Pennisetum setaceum) o la caña común (Arundo donax) son de 2009. Ahora se repite el planteamiento con el proyecto Inv2mac (Potencial aprovechamiento de biomasa generada a partir de especies vegetales invasoras de la Macaronesia para uso industrial, MAC2/4.6d/229) (https://inv2mac.com/index.php/proyecto), que en realidad es la continuación del proyecto ecoFIBRAS (MAC/4.6d/040). En total, este proyecto habrá tenido una duración de 9 años, desde 2014 a 2022.


 En esta fase se pretende estudiar la transformación en fibras de Pennisetum setaceum, Arundo donax, Ricinus communis (integrados ya en ecoFIBRAS), a los que se suman Acacia spp, Opuntia spp., y Hedychium gardnerianum.

Este proyecto, tal como indica su página web, "se basa en el estudio del aprovechamiento de la biomasa residual generada a partir de las campañas de erradicación y control de especies vegetales invasoras presentes en la Macaronesia". Pero es que para que este proyecto sea útil primero deberían haber campañas de erradicación y control de especies vegetales invasoras de tal envergadura que generaran suficiente material vegetal para hacer factible el aprovechamiento de la biomasa generada. 

Resulta que se trabaja en utilizar la biomasa generada en unas campañas que no existen, o que al menos son tan pequeñas que no producen grandes cantidades de biomasa, al menos en Canarias.

Pero quizá lo peor ocurriría si el proyecto tuviera un gran éxito. Si se crease un procedimiento económico y efectivo para crear fibras de alguna de estas especies, ¿se obtendría la materia prima del medio, mediante campañas de erradicación o se cultivarían para abaratar costes?

En definitiva, no parece muy lógico intentar emplear especies invasoras para obtener un beneficio económico, ya que con ello se logran varios aspectos no deseables: se acrecienta la idea de que algunas especies invasoras son "beneficiosas", en definitiva se "lava" su imagen; se crean redes económicas basadas en las especies invasoras, que no deberían ser perdurables en el tiempo; se propician las actuaciones a gran escala, con la falta del detalle necessario que requieren estas activiaddes para no afectar a la flora y fauna nativas, al suelo, etc.

Siguiendo el mismo razonamiento, ¿por qué no elaboramos zapatos o bolsos con piel de culebra real de California, o de cabra cimarrona? ¿o hacemos un plato "típico" con cangrejos de río, o añadimos trebolinas a la ensalada?

Dos ideas para futuros proyectos. De nada.
 

Otra cosa, ahora mismo hay mas gente trabajando en temas de especies invasoras en los laboratorios y universidades que en el campo o en el mar gestionando el problema. Habría que mirarse eso también.

2 comentarios :

Antonio dijo...

Totalmente acertadas tus reflexiones Marcos. No tiene sentido generar productos a partir de especies exóticas invasoras porque si generan economía se acabarán perpetuando, y se supone que el objetivo es erradicarlas o, como mínimo, controlarlas. Y si tiene éxito no irán a los barrancos a buscarlas, sino que se acabarán cultivando...

Marcos Salas Pascual dijo...

Hola Antonio, gracias por tu participación en el blog. Efectivamente ese es el dilema de este tipo de proyectos. Es preferible gastarse el poco dinero que se gasta en investigación en encontrar formas eficaces y con poco impacto en el medio de erradicar estas especies. Hay que ponerse manos a la obra y hacer algo, o estaremos estudiando durante década sin plasmar esos estudios sobre el terreno. Un saludo y gracias por su comentario

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