miércoles, 27 de febrero de 2013

Interacciones entre especies exóticas y autóctonas: el quid de la cuestión

   Es interesante fijarse en el modo en que las especies introducidas, invasoras o no, interaccionan con otras especies, ya sean autóctonas o no. Este hecho es quizá el punto más importante que hace de una especie introducida, una invasora. Aunque ya se ha hablado en este blog de algún ejemplo de esta relación y de su efecto sobre la capacidad invasora de determinadas especies: Acacia farnesiana-conejo europeo, lagartos canarios-Opuntia spp. (ver http://invasionesbiologicas.blogspot.com.es/2010/12/las-especies-exoticas-como-ingenieros.html), traemos aquí dos nuevas muestras de la importancia de esta relación.
   El primero nos la ofrece Esperança Alomar desde La Palma, y se trata de la avispa autóctona, Ancistrocerus haematodes, perforando las flores de Arbutus unedo, un árbol de origen mediterráneo asilvestrado en Tenerife y Gran Canaria y que hibridiza con el endémico madroño canario (Arbutus canariensis), para poder alcanzar el néctar de su interior, al que no tiene acceso por su tamaño. Esta forma de acceder a la recompensa sin hacer el trabajo de ayudar a la polinización no debe ser lo pretendido por la especie vegetal de origen mediterráneo, por lo cual pierde ocasión de fecundar sus flores, crear frutos y propagarse. En este caso la interacción es negativa para la especie introducida.
   El segundo ejemplo ha sido captado en Gran Canaria, en concreto en el Jardín Botánico Viera y Clavijo de la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria. Allí viven desde hace años, en semilibertad, varios ejemplares del pato criollo, Cairina moschata, los cuales han logrado reproducirse con éxito en esa zona. Pues bien, se ha detectado, tal como muetran las imágenes que acompañan a esta entrada, que los polluelos de este pato, así como seguramente también los adultos, se alimentan de los frutos del uvero de mar, Coccoloba uvifera, un pequeño árbol caribeño muy frecuente en los jardines de las costas canarias. ¿Podrán estos patos ser los vectores que permitan el asilvestramiento del uvero de mar? Lo veremos con el tiempo, pero es sin duda un caso claro de interacción positiva entre estas dos especies exóticas en Canarias.

 Ancistrocerus haematodes perforando la flor de un madroño mediterráneo (Arbutus unedo)

 Aspecto de las flores de Arbutus unedo tras la acción de la avispa. Estas flores podrán ser visitadas por varios potenciales polinizadores sin cumplir esta función reproductiva. Esta imagen y la anterior están en esta entrada gracias a la generosidad infinita de Esperança Alomar. Gracias.

 Adulto de Cairina moschata conduciendo a sus crías por los senderos del Jardín Botánico Viera y Clavijo hasta su lugar de alimentación.

Adulto y crías alimentándose de los frutos rojos, maduros, de Coccoloba uvifera.
Detalle de un patito "atacando" una baya de Coccoloba uvifera. ¡Que aproveche!

jueves, 21 de febrero de 2013

El Dr. Invadator invade los carnavales

Aprovechando que en algunos sitios todavía se están celebrando los carnavales (en Maspalomas, Gran Canaria, por ejemplo). Nuestro querido Dr. Invadator ha querido utilizar esta festividad para explicar de cuántas formas puede disfrazarse una especie invasora. Vamos a ver qué se le ocurre ahora a nuestro amigo.

sábado, 16 de febrero de 2013

Wolfredo Wildpret y Victoria Eugenia Martín premiados con el V Premio Iberoamericano de Botánica 'José Celestino Mutis Cortes de Cádiz' por su trabajo 'Plantas exóticas invasoras en Canarias procedentes del Continente Americano'

Enhorabuena a D. Wolfredo Wildpret y a Victoria Eugenia Martín por el premio recibido. Según indica la prensa local (ver. http://www.20minutos.es/noticia/1732524/0/) los autores, ligados a la Universidad de La Laguna, han recibido el V Premio Iberoamericano de Botánica 'José Celestino Mutis Cortes de Cádiz',  por unanimidad, a la investigación 'Plantas exóticas invasoras en Canarias procedentes del Continente Americano' como mejor trabajo original e inédito sobre la ciencia botánica. 
En dicho trabajo se ha elaborado un catálogo de 58 taxones o grupos de organismos emparentados presentes en Canarias y procedentes de América, de los que 10 se describen como nuevas citas para el Archipiélago.
La relación de Canarias con el Nuevo Continente, desde el punto de vista botánico, nace de los estrechos lazos históricos que siempre se han mantenido entre los dos territorios, lo que ha propiciado la llegada a Canarias de numerosas plantas y animales americanos, muchos de los cuales han adquirido caracteres de especie invasora. Las tuneras (Opuntia maxima, Opuntia dillenii) las piteras (Agave americana), Ageratina adenophora, o el alacrán de la corteza, son sólo las elementos más visibles de un extenso repertorio de especies americanas que se comportan como invasoras en las Islas.
Esperemos que este premio sirva para promocionar el conocimiento de este problema en las Islas y para que se difunda entre la población y entre los gestores. Esperemos que este trabajo se publique y podamos aprender y disfrutar de su lectura.
Y, con permiso de María Victoria, un cariñoso abrazo de felicitación a mi profesor.

Especies vegetales de origen americano consideradas invasoras en las Islas Canarias. De arriba a abajo y de izquierda a derecha: Phytolacca americana, Tropaeolum majus, Nicotiana glauca, Lantana camara, Ageratina adenophora, Argemone mexicana, Opuntia dillenii, Azolla filiculoides, Eschscholzia californica y (debajo) Agave americana, Acacia farnesiana, Cortaderia selloana y Asclepias curassavica.

miércoles, 13 de febrero de 2013

Macrohomotoma gladiata, nueva plaga de Ficus microcarpa encontrada en Tenerife: la culpa de todo la tiene el cambio climático

Hace ya algunos años que los incombustibles Def-Con-Dos sacaron esa emblemática canción que utilizaba una frase ya conocida: "La culpa de todo la tiene Yoko Ono". Hoy podríamos reeditar la misma idea cambiando Yoko Ono por Cambio Climático. Si se extinguen las especies o éstas varían sus poblaciones, no es por el daño que causamos a la naturaleza, no, es por el cambio climático. Si aumenta el número de plagas y de invasiones biológicas, no es por el descontrol fitosanitario o el enorme comercio de plantas ornamentales que se realiza en zonas turísticas, no, que va, es por culpa del cambio climático.
Algo de esto se extrae del titular y del texto de la noticia que aparece hoy en la prensa local de Tenerife (http://www.laopinion.es/tenerife/2013/02/13/escasez-lluvias-aumenta-aparicion-plagas-parques/459435.html).
Resulta que ha aparecido en Tenerife una nueva especie perjudicial para los cultivos ornamentales, Macrohomotoma gladiata, una chinche procedente de Asia y que ya está dando problemas en el levante peninsular (Alicante, Murcia, etc.). Ataca al laurel de indias, nombre que se le da en Canarias a Ficus microcarpa, por otra parte especie introducida y asilvestrada en ambientes urbanos y jardines de las Islas.
Pero volviendo a la noticia local, la idea principal es: la falta de lluvia aumenta la aparición de plagas, las plagas que antes no alcanzaban determinadas zonas hora lo hacen y se explica por el calentamiento global. Hace meses que la plaga se localizó en el sur de Tenerife, y ahora ya alcanza la capital y la ciudad de La Laguna. No tardará mucho en aparecer por otras islas. Y no creo que el cambio climático tenga la culpa de esto.
A pesar de que la plaga es muy conocida en todo el mundo y desde hace al menos un año se tienen datos de su comportamiento en la Península, en el artículo se insiste en que no se sabe cómo tratarla.
Curiosamente el recorrido de esta plaga sigue el de otra que también se cita en el artículo periodístico, el picudo rojo: primero el levante peninsular y luego Canarias, ¿será cosa también del cambio climático o será más bien del tráfico de plantas ornamentales sin control?
A propósito, en el artículo se cita varias veces la preocupación por el efecto del picudo rojo sobre las palmeras de estos parques urbanos. Que se sepa, el picudo rojo, aunque se detectó en el sur de Tenerife, se considera inexistente en Tenerife. ¿A cambiado su situación en esta isla?

Imágenes de Macrohomotoma gladiata y del efecto que produce en Ficus microcarpa (tomado de http://www.eppo.int/QUARANTINE/special_topics/macrohomotoma_gladiata_ES/macrohomotoma_gladiata.htm)

Especiés exóticas invasoras ayudan a propagar la viruela y la malaria en aves

Según nos cuentan Juan Carlos Illera, Martina Carrete, David Serrano y José Luis Tella en la revista Quercus de este mes, las especies exóticas e invasoras pueden ser muy importantes en la propagación de la malaria y la viruela en aves de Canarias y de toda la Macaronesia. Lectura recomendada, y si no tienen acceso a la revista en papel aquí les dejo el enlace de la noticia. http://www.quercus.es/noticia/5166/Articulos-de-fondo/Enfermedades-parasitarias-de-aves-de-Canarias:-un--problema-olvidado--en-conservacion-.html

jueves, 7 de febrero de 2013

Calceolaria tripartita, o la fidelidad de las plantas introducidas a su hábitat nativo.

Es interesante cómo las plantas que cambian sus lugares de crecimiento parecen variar en gran medida sus hábitats nativos. Un caso claro es Calceolaria tripartita, una bonita planta anual que está citada en La Palma y Tenerife y que es original de América Central y México. Lo curioso es que, en su lugar de origen, crece por encima de los 1.500 m de altura y hasta los 3.400 m, mientras que las imágenes que se presentan en esta entrada, obtenidas por Esperança Alomar, nuestra corresponsal honorífica en La Palma, son del barranco del Cubo de la Galga, a unos 600 m sobre el nivel del mar. ¿Una incongruencia, una adaptación a nuevos ambientes? No, sólo una clara diferencia de dónde se ecuentra su hábitat en Mesoamérica y en las Canarias. Esta planta crece en bordes de caminos, matorrales y zonas alteradas de bosques húmedos. Ya sean los que crecen en la Cordillera Central de Costa Rica ( ver http://darnis.inbio.ac.cr/ubis/FMPro?-DB=UBIPUB.fp3&-lay=WebAll&-error=norec.html&-Format=detail.html&-Op=eq&id=7064&-Find), en los bosques mesófilos del Valle de México ( ver http://www.conabio.gob.mx/malezasdemexico/scrophulariaceae/calceolaria-tripartita/fichas/ficha.htm#2.%20Origen%20y%20distribuci%C3%B3n%20geogr%C3%A1fica), o en el bosque de laurisilva de La Palma y Tenerife. No hay un cambio de hábitat, sólo que éstos no están a la misma altitud en todos los lugares. Otra prueba de que definir las comunidades vegetales por sus límites altitudinales (cuestión tan extendida en nuestras islas), no es lo más adecuado.
El tipo de hábitat de las plantas introducidas no cambia, sólo la localización de éstos.
Gracias a Esperança por su aporte y que no decaiga su entusiasmo por las plantas y la fotografía.

 Aspecto de las flores de Calceolaria tripartita.



 Porte de la planta y hábitat en el que se presenta en La Palma


sábado, 2 de febrero de 2013

Dos novedades para la flora exótica introducida de Gran Canaria: Galinsoga quadriradiata y Loenotis nepetifolia.

Ya se ha reflexionado muchas veces en este blog sobre la diferencia que existe entre especies invasoras y especies introducidas. Para lo primero es necesario que se demuestre que la especie en cuestión crea problemas en los ecosistemas naturales o seminaturales de un territorio. En la mayoría de los casos, como no conocemos todos los efectos que produce la existencia de una determinada especie en la zona donde aparece resulta que, salvo en casos muy claros (Opuntia, Arundo, Pennisetum, etc.), no sabemos si una planta es invasora o sólo puede clasificarse de exótica introducida.
Por esto son imprescindibles trabajos que nos expliquen la relación que existe entre las plantas exóticas introducidas y el resto de elementos del sistema donde aparece.
Hasta ese momento nos contentaremos con anunciar la presencia de especies exóticas introducidas en nuestros campos, como son las tres que añadimos en esta entrada. La primera una vieja conocida que aumenta su presencia en las medianías de Gran Canaria, Nicandra physalodes; la segunda, Galinsoga quadriradiata,  una pequeña hierba americana conocida hasta hoy en ambientes ruderales y herbazales nitrófilos de Tenerife y La Gomera, que empieza a localizarse en Gran Canaria, de donde procede la imagen; e igual ocurre en Leonotis nepetifolia. Ambas especies no están citadas en la Lista de Especies Silvestres de Canarias (Hongos, plantas y animales terrestres) (http://www.gobcan.es/cmayot//medioambiente/centrodocumentacion/publicaciones/libros/biodiversidad/013.html), son pues la primera vez que se citan para Gran Canaria.
 Leonotis napetifolia. Secándose ya tras los últimos meses sin lluvia.

 Nicandra physalodes cubriendo el fondo de un barranco de las medianías de Gran Canaria, compartiendolo con Echium decaisneis, Bryonia verrucosa, Rumex lunaria, Bosea yervamora, etc.)

Galinsoga quadriradiata. Se diferencia de su congénere Galinsoga parviflora por la presencia de pelos gglandulosos en tallos, pedúnculos de los capítulos y hojas.

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Las especies invasoras en el año internacional de la Biodiversidad