lunes, 26 de septiembre de 2011

Pennisetum setaceun en San José del Álamo. Otro caso de cómo la actividad humana favorece la expansión de esta especie

Ya se ha dicho varias veces en este blog que en muchas ocasiones es necesaria una intervención humana para que una especie pase de simplemente introducida a invasora, y sobre todo para que esta especie pueda competir con éxito frente a otras especies autóctonas. Algunas de estas actividades son el pastoreo, los incendios, remover la tierra o crear taludes, etc.
En la zona recreativa de San José del Álamo, en el municipio de Las Palmas de Gran Canaria, puede apreciarse claramente cómo una actuación, en principio encaminada a mejorar el medio, evitando incendios, o facilitando el desarrollo de una repoblación, puede desencadenar un proceso invasivo que necesita ser controlado.
Esta zona recreativa se encuentra enclavada dentro del Espacio Natural Protegido: Paisaje Protegido de Pino Santo, y se encuentra en la actualidad en pleno proceso de repoblación forestal con especies típicas del bosque termófilo canario, tales como acebuches (Olea cerasiformis), lentiscos (Pistacia lentiscus), almácigos (Pistacia atlantica), sabinas (Juniperus turbinata ssp. canariensis), etc. Antes de ser comprada por el cabildo se trataba de una finca especialmente ganadera, por lo que su vegetación ha estado sometida a pastoreo, quedando únicamente algunos pies de acebuche aislados entre un cerrillar (comunidad de Hyparrhenia hirta), muy denso.
Desde que comenzó su uso recreativo y ahora para su reforestación, el cerrillar ha sido cortado en algunas zonas, evitando así la propagación de fuegos y dejando sitio para los nuevos plantones. Pero estas labores están permitiendo que, las poblaciones de Pennisetum setaceum que crecen alrededor de algunos edificios que quedan en la zona, o a lo largo del sendero de cemento que incluye el parque, puedan expandirse una vez que el cerrillar no se lo impide. Pennisetum parece más agresiva que Hyparrhenia y así una vez desalojado el cerrillar, el rabo de gato coloniza rápidamente las zonas aclaradas, y dentro de poco, y si no se lo impiden, formará poblaciones densas que impedirán la regeneración de la flora autóctona y aún las nuevas plantaciones.
La presencia en las proximidades de especies tan invasivas como Pennisetum setaceum debe ser conocida antes de la realización de cualquier actividad humana sobre el territorio, y las actuaciones deben tener en cuenta esta presencia para evitar su proliferación. La mejor solución es la prevención, pero una vez llegados al punto en que estamos hoy, es necesaria una detección temprana y su control.
Erradicar esta planta de nuetro territorio parece ya imposible, pero sí lo es evitar su proliferación en zonas protegidas y de gran importancia ambiental y educativa como lo es la finca de San José del Álamo y todo el Paisaje Protegido de Pino Santo.La limpieza del terreno para la repoblación facilita la presencia de Pennisetum setaceum.Denso cerrillar de Hyparrhenia hirta roturado en su parte inferior. Esta roturación permite la progresión de Pennisetum del que se aprecian ya algunos ejemplares juveniles en la zona roturada.Vistas en detalle de una población densa de Pennisetum setaceum y de cómo avanza en la zona roturada

2 comentarios :

Pedro dijo...

La verdad es que da tristeza ver que una zona tan proclive para la recuperación de un ecosistema tan degradado en Canarias como el termófilo, acabe siendo invadida por una especie invasora que ha entrado por culpa de no medir correctamente las acciones que se hacían sobre el territorio.

Anónimo dijo...

Afectivamente, Pedro. Y lo más triste es que seguramente en la misma administración que ha realizado esa actuación había personas que podían haber proporcionado asesoramiento. No puede decirse que es por desconocimiento de la problemática, sino por descordinación. Pero todavía se está a tiempo de actuar con bajo coste económico y ambiental. Vamos a ver qué se hace, si se hace algo.

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