martes, 18 de agosto de 2009

Especies invasoras en Fuerteventura. I

Hablar de invasiones biológicas y de la isla de Fuerteventura es sin duda hablar de la cabra. El paisaje vegetal actual de la isla majorera es resultado del efecto combinado de la actividad deforestadora del hombre y de la enorme presión que ejerce este animal sobre la totalidad de las especies vegetales del lugar. La cabra, traída a las Islas desde el inicio de su colonización humana, lleva más de 1000 años afectando a la vegetación: depredando sobre la mayoría de especies y favoreciendo otras que no come. En Fuerteventura, las condiciones climáticas, la deforestación causada por el hombre en su afán de utilizar la madera y de ganar tierra cultivable, junto a esta acción del rumiante, han dado lugar a un paisaje que dista mucho del que tendría la isla antes de la llegada del ser humano: bosques de tarajales y palmeras en los valles y barrancos, acebuchales en las montañas por encima de 400-500 m s.m., cardonales en las laderas bajas, tabaibales dulces hasta la costa, formaciones de saladar y de arenales, etc. (para más información http://www.rinconesdelatlantico.com/num2/fuerteventura2.html, o el libro Patrimonio Natural de la isla de Fuerteventura, coordinación y edición de Octavio Rodríguez Delgado, editado por el Cabildo de Fuerteventura, Centro de la Cultura Popular Canaria, Consejería de Medio Ambiente y Ordenación Territorial en 2005). En estos textos pueden leerse citas como la de Leonardo Torriani, un ingeniero militar italiano que visita la isla en el siglo XVI y dice que en la isla había:“60.000 cabras y ovejas juntas, 4.000 camellos, 4.000 burros, 1.500 vacas y 150 caballos de monta, además de otros infinitos caballos”
A pesar de todo esto, todavía hoy es posible ver en todas las cumbres de Fuerteventura (Jandía, Cardón, Betancuria hasta Tindaya) acebuches (Olea cerasiformis), almácigos (Pistacia atlantica) y lentiscos (Pistacia lentiscus) totalmente ramoneados, pegados al suelo. Si se eliminase la presión de la cabra, en pocas décadas estos supervivientes lograrían retornar a su porte arbóreo y producir semillas para repoblar los montes de la isla.
Hasta que no se decida controlar las poblaciones silvestres de este animal, la regeneración natural de la vegetación y las especies más amenazadas de la isla (Salvia herbanica, por ejemplo) estarán en peligro.
Pero este no es el único problema de Fuerteventura con respecto a las invasiones biológicas. En futuras entradas se señalarán algunos más.





Ejemplar de acebuche de casi 2 m de ancho pero que no levanta 10 cm del suelo, totalmente ramoneado por el ganado. Morro Velosa (Betancuria)













Vista desde la Degollada de Las maretas, zona de Los mojones, 400 m s.m.

4 comentarios :

Ugo Chaves Tibio. dijo...

Hola MSP, antes de comentar nada aclárate tio, dices que las cabras llevan mas de 1000 años, dices que todavia se pueden encontrar todas estas espécies, ramoneadas, y si quitas las cabras se podrán repoblar todas estas espécies. Si los culpables son los humanos por traerlas, por qué no nos planteamos erradicar a la humanidad, así conseguirás una isla con muchos endemismos, sin presión humana, en fin una isla paradisiaca, donde sólo estarian tú, tus ideas, los endemismos, a perdona, que creo que también quedarias excluido por lo de humano, ¿o quizás no?. Si es que yo cada dia alucino.

Anónimo dijo...

No creo que diga nada nuevo, ni que haya incongruencia en las cifras. Las cabras están en Fuerteventura desde hace más de 1000 años, y desde entonces han cambiado la faz de la Isla, durante este tiempo muchas especies animales y vegetales han desaparecido de Fuerteventura, y otras muchas están hoy en peligro de extinción. Sólo el control de la presión ejercida por las cabras costeras o cimarronas posibilitará la regeneración de la vegetación majorera. Si de esto que digo, y que opinan muchos más, usted saca las conclusiones tan disparatadas que escribe, es su problema. Un problema de mesura y de realismo que sólo pretende echar por tierra unas ideas que, no sé porqué, no le gustan. Contra eso sólo conozco un remedio, tolerancia y educación ambiental.
Un saludo.

Anónimo dijo...

Se nota que la tolerancia en cuanto a las cabras brilla por su ausencia, pero que mas dá, tampoco la moderación ha brillado y la educación ya ves donde está quedando.

Anónimo dijo...

Hola anónimo. Al hablar de tolerancia me refiero a tolerancia con las ideas de cada uno. Todos somos libres de explicar, de manera razonada, con argumentos sensatos, sin prejuicios y sin menospreciar a nadie, nuestras ideas y de ese modo todas son defendibles. Sobre la presencia de las cabras en Fuerteventura, lo único que se pide por parte de la comunidad científica desde hace años es la gestión de sus poblaciones, para que puedan convivir las tradiciones ancestrales (apañadas, por ejemplo), con los recursos naturales y paisajísticos de la isla. La ganadería regulada debe ser apoyada, modernizada y cuidada con mimo, pero las cabras costeras, cimarronas, sin dueño, deben controlarse, y en algunas zonas, eliminarse (que no significa matadas, se pueden capturar y estabular, mover a otras zonas, etc., etc.)
Lo de la moderación y educación va con las personas. Yo intento serlo.
Gracias por su participación en el blog y un saludo.

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