sábado, 14 de septiembre de 2019

Los incendios de este verano en Gran Canaria y su efecto sobre las especies invasoras. Un buen momento para el estudio y la reflexión.

    La enorme gravedad de los incendios producidos en Gran Canaria este verano de 2019 va a tener consecuecias en todos los ecosistemas y especies afectadas.
    En esta entrada hablaremos sólo de las especies vegetales, por su mayor afección y por el mayor conocimiento que tenemos de este grupo biológico. Sin duda, las poblaciones de conejos y de otros herbívoros introducidos, también se ha visto afectada, y sobre todo sus zonas de alimentación. La gran mayoría de los animales supervivientes tendrán que descender a cotas inferiores, pero con las primeras lluvias se producirá una importante germinación de herbáceas y de plántulas que servirán de alimento a estos animales, por lo que su efecto sobre la regeneración de matorrales y bosques será, sin duda, muy importante.
    Lo primero que ocurrirá, como pasó en el pinar del sur despues del incendio de 2007, es que los pinares quemados se cubrirán de hierbas nitrófilas, como las que crecen habitualmente en los campos de cultivo o en los bordes de pistas o carreteras. Los cenizos (Chenopodium murale, Chenopodium album), ortiga, cardos (Galactites tomentosa sobre todo), e icluso las amapolas borrachas (Papaver somniferum),  serán muy abundantes, aprovechando el enriquecimiento en sales que produce la ceniza. Pero estas plantas desaparecerán rápidamente cuando los pinos recuperen sus hojas y den sombra al suelo.

Imagen de una zona incendiada en Ariñez (Valleseco-San Mateo). Debajo de los pinos quemados (Pinus insignis), crecen abundantes hierbas nitrófilas y arbustos como Artemisia thuscula
 
 Detalle de la zona anterior, con un estrato herbáceo dominado por Galactites tomentosa, el cardo borriquero.


 Imagen posterior al incendio de las Mesas de Ana López. Bajo el pino canario quemado crece Eschscholzia californica, la amapola de California. esta hierba no es frecuente en la zona, pero apareció en ésta cuando se produjo el incendio.


    Pero si nos centramos en las especies vegetales introducidas e invasoras, perennes el panorama no es mejor.
    Las especies más beneficiadas son, sin duda, Pennisetum setaceum y Arundo donax. Ambas especies son pirófitas reconocidas, y la "limpieza" que ha producido el fuego sobre su parte aérea las favorece. Rebrotarán rápidamente. De hecho hace pocos días aparecía en la prensa local la siguiente noticia: "Los primeros brotes verdes en el paisaje calcinado" (10-9-2019), y se acompañaba de una imagen del rebrote de Arundo donax. Incluso antes de las primeras lluvias de otoño, estas especies rebrotarán y no tendrán competencia para progresar. Especial importancia tendrá este efecto en los bordes del pinar de Tamadaba y Tirma, donde el matorral que compite con Pennisetum setaceum, constituido por tabaibas (Euphorbia regis-jubae) y jaguarzos (Cistus monspeliensis), sí se ve muy afectado por un incendio. Además, la falta de vegetación produce que el suelo se deshaga y exista un importante efecto erosivo que todavía favorece más la presencia del rabo de gato.

 Rebrote de Arundo donax tras el incendio de 2007.

 Aspecto de una ladera de Tirma antes del incendio. Se aprecian los ejemplares de Euphorbia canariensis, una almácigo en el centro de la imagen (Pistacia atlantica) en una matriz de tabaibas y jaguarzos. Los ejemplares de Pennisetum que aparecen en la foto se limitan a las zonas sin vegetación. Cuando el fuego arrasa la vegetación natural, el rabo de gato puede ocupar libremente el territorio.


 Rebrote de Pennisetum setaceum tras su quema.

    Otras especies invasoras que rebrotarán fácilmente son los geófitos y hemicriptófitos, es decir, plantas adaptadas a sobervivir enterradas durante la temporada desfavorable, y a producir sus tallos y hojas cada año. Para ellas un incendio, si no es muy intenso, no produce graves daños y son capaces de rebrotar como lo harían sin este. Entre las especies invasoras de la zona hay varias con estas características: Erigeron karviskianus, que crece en rezumaderos y paredes húmedas, en competencia con importantes especies endémicas, como Hypericum coadunatum, Aichryson porphyrogennetos, Scrophularia calliantha, etc.; Chesmanthes spp., las especies de este género acupan grandes superficies del monte verde y son muy abundantes en todo el Barraco del Andén, El Pinillo, Fontanales,etc.; la trebolina, Oxalis pes-caprae, abundantísima en la parte baja con orientación norte de la zona afectada.

 Erigeron karviskianum

    Rebrotarán también los eucaliptus, Ailanthus altissima, los olmos y chopos, de la zona. Y los pinos alóctonos, Pinus pinea, Pinus insignis, Pinus halepensis, que no resistirán el fuego, pero cuyas semillas sí, y que pueden verse favorecidas por el propio incendio, mejorando su capacidad de germinación.

 Pinus pinea juveniles en Tamadaba, en la zona de Los Pinos Dulces. En ese sector del bosque es frecuente el pino piñonero. Hasta el momento la población de Pinus pinea se ha mantenido permanente, sin apenas progresar en suprficie. Tras el incendio habrá que estudiar si el fuego facilita la progresión de la especie.

    Mucho trabajo, tanto de observación para conocer cómo afectará el incendio a otras especies invasoras, como Ageratina adenophora, Tradescantia fluminensis, Centranthus ruber, como de trabajo de campo, para ver si alguna otra especie hasta ahora sin comportamiento invasor, adquiere esta condición favorecida por el incendio. Habrá que estar atentos.

Acacia saligna (=A. cyanophylla) en Tamadaba, en su vertiente norte, cerca del Cortijo de Sanso. Otra especie de la que se tendrá que estudiar su respuesta al incendio.

2 comentarios :

Peterlgy dijo...

Justo unos días antes, también en La Provincia, también salió otra foto, también refiriéndose a los primeros brotes verdes, que no eran las cañas como la foto de días después, sino en aquel caso, unos revientos de zarza (Rubus ulmifolius), especie que no es introducida, pero que también se comporta como invasora en muchas zonas, impidiendo la regeneración de otra flora endémica.

Marcos Salas Pascual dijo...

Hola Peterlgy. Gracias por el comentario. Efectivamente poco a poco van rebrotando especies en la cumbre: helechos, zarzas, cañas, y algunos endemismos como Hypericum coadunatum. Otras plantas germinarán de semilla con más facilidad, como las jaras, escobones y codesos. Poco a poco la cumbre volverá a ser verde, y con las primeras lluvias saldrán incluso más plántulas que normalmente. Afortunadamente la naturaleza se recupera. Pero hay que estar atentos a que esta recuperación produzca formaciones vegetales libres de especies invasoras y que sirva par la naturalización de las masas forestales de pinos plantados. Lo iremos viendo.
Un saludo y gracias de nuevo por visitar y utilizar el blog.

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