viernes, 25 de octubre de 2019

De nuevo el control del ganado asilvestrado, ahora en Anaga y Teno (Tenerife). Algo se ha avanzado.

    Todo el mundo recordará la gran discusión que se produjo en los medios conservacionistas, animalistas, ganaderos, etc., cuando el cabildo de Gran Canaria empezó con el control de cabras asilvestradas en Gui-guí y Tamadaba en 2016. En esa ocasión los temas de discusión eran varios, y muchos ni siquiera pensaban en la necesidad de la eliminación de los animales asilvestrados (pueden ver un resumen de este tema en la entrada http://invasionesbiologicas.blogspot.com/2016/04/las-cabras-guaniles-y-su-eliminacion-el.html, y en los 90 comentarios que siguen a la misma).
    En Gran Canaria se ha acumulado una experiencia que debe ser aplicada al resto de islas en este tema. Se realizaron charlas, jornadas de discusión entre científicos y personas en contra de la medida, se apedrearon a los agentes de medio ambiente, aparecieron fotos de animales abatidos en la prensa y en las redes sociales, hasta que el Cabildo grancanario decidió darle una aportunidad a las apañadas.
    Hoy se repite la misma polémica en Tenerife, concretamente en Anaga y Teno, zonas de enorme biodiversidad, de las mayores de Canarias. Anaga y Teno son Parques Rurales y Anaga además, Reserva de la Biodiversidad.
    Pues bien el Cabildo de Tenerife ha anunciado que en breve se iniciarán trabajos para el control de el ganadoasilvestrado, abatiendo los ejemplares que se encuentren en zonas inaccesibles, y controlando de otra forma el ganado situado en lugares a los que sea posible llegar. Este anuncio a iniciado de nuevo el debate
    Pero afortunadamente se ha producido un cambio: ahora nadie (o casi nadie) se atreve a decir que no hay que erradicar al ganado asilvestrado, y los que con más fuerza piden su eliminación no son los técnicos o el personal dedicado a  la conservación, sino los propios campesinos de esas tierras. La discusión se centra entonces en el método con el que se pretende eliminar el ganado asilvestrado: disparos o apañadas.
    El primero ha demostrado ser el más rápido, barato, eficaz, tanto en las islas como en todo el Mundo. El segundo es más "humano", aparentemente. Pero si piensan un poco, la realización de apañadas es un proceso en el que el ganado recogido sufre persecución en lugares muy peligrosos, estrés, y finalmente es muerto degollado cuando se captura. Se pone en peligro la vida de las personas que realizan la actividad. Es mucho más cara y tarda más tiempo en conseguir resultados peores. ¿Hay alguna razón que no sea nuestra propia hipocresía para preferir las apañadas? ¿Si pudiéramos elegir, cómo nos gustaría morir, degollados después de una persecución por riscos verticales, perseguidos por perros y por personas, o de un rápido disparo? Yo lo tengo claro.
    Enhorabuena al Cabildo de Tenerife por esta decisión, y esperemos que la presión social no haga cambiar de opinión a los políticos. Anaga y Teno lo necesitan.


Imagen de una cabra asilvestrada en Anaga. 

 Drago ramoneado por cabras silvestres en Anaga.
Estas dos imágenes han sido tomadas del perfil de facebook de la asociación Abeque (https://www.facebook.com/asociacionabeque/posts/1457782307684511/). Gracias por su trabajo.

sábado, 5 de octubre de 2019

Arbutus ×androsterilis, el híbrido entre A. unedo y A. canariensis, localizado en Gran Canaria.

    Ya hemos hablado del híbrido natural entre Arbutus unedo y A. canariensis, Arbutus ×androsterilis (ver http://invasionesbiologicas.blogspot.com/2017/07/arbutus-xandrosterilis-un-hibrido-entre.html). Se trata de un árbol de carcaterísticas intermedias entre los parentales: tronco escamoso, nunca llega a ser liso, hojas anchas y largas, lustrosas, sin pelos glandulares, flores en inflorescencias colgantes, con muchas flores blancas, pequeñas, que tampoco tienen pelos glandulosos.  Hasta ahora se encontraba sólo citado en Tenerife, limitado a una zona entre el Acebiñal y El Pinar de Las Raíces, en el municipio de El Rosario. La presencia en Gran Canaria era muy complicada, ya que, aunque en esta isla también crecen los parentales, la escasa presencia de ambos hacía muy difícil su hibridación. En los últimos años, tras las múltipes reintroducciones realizadas con el madroño canario la cosa ha cambiado. De momento se ha localizado en cinco localidades: Tamadaba, Cruce de Fontanales, Osorio, Jardín Canario y El Madroñal. En unas ocasiones se trata de ejemplares en jardines, y en otras se localizan entre ejemplares de A. canariensis reintroducidos. 
    La cita de este híbrido se realiza en el artículo, "Novedades y precisiones sobre la distribución de las especies del género Arbutus L. (Ericaceae) en Gran Canaria (Islas Canarias)", publicado en la revista Botánica Complutensis y cuyos autores, Marcos Salas Pascual y Eliseo A. Déniz Suárez, tratan además de la correcta distribución de las especies del género presentes en Gran Canaria (ver en https://revistas.ucm.es/index.php/BOCM/article/view/65891).
    Además de esta primera cita para la flora grancanaria se citan nuevas localidades para Arbutus unedo y se precisan las poblaciones naturales de A. canariensis presentes en Gran Canaria. 
    Es importante pensar en que, si bien el madroño mediterráneo está incluido en el catálogo nacional de especies exóticas invasoras, y por tanto se sabe cuál es su tratamiento legal y qué se puede hacer para disminuir su efecto negativo sobre las poblaciones del madroño canario, el híbrido no está en ningún catálogo ni listado, y su presencia puede ser tan negativa como su parental mediterráneo.
     Esperemos que esto cambie en poco tiempo y que se tomen medidas para evitar la pérdida de diversidad genética en la especie endémica de Canarias.
    
 
 Tronco, hojas y frutos del madroño híbrido, Arbutus ×androsterilis, en el Jardín Botánico Viera y Clavijo de Las Palmas de Gran Canaria.
 Inflorescencia del híbrido. El Madroñal (Santa Brígida).
 
 Frutos, flores y hojas de Arbutus unedo en el Barranco de Los Cernícalos, Telde.

  

Inflorescencia, flores, hojas y tronco de Arbutus canariensis. Este ejemplar crece en el vivero de la Finca de Osorio y se plantó a partir de semillas recogidas en Tamadaba. Durante muchos años fue el ejemplar del que se obtenían los frutos y semillas para producir nuevos inidividuos.
Gigantesco ejemplar de Arbutus unedo. Se encuentra a escasos 200 metros del vivero de la Finca de Osorio donde se encuentra el madroño canario de la foto anterior.



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