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miércoles, 24 de junio de 2009

Piratas de agua dulce: invasores acuáticos



Con estos calores no pienso alejarme mucho del agua, en este caso me apunto al agua dulce. La escasez (aparente) de ecosistemas acuáticos dulceacuícolas en Canarias no es problema para muchas especies que, traídas en su mayoría por el hombre, se han asentado con éxito en nuestros pantanos, balsas de riego, e incluso en las piletas o pocetas de nuestros barrancos. Entre las plantas existen desde helechos flotantes, como Azolla filiculoides, en la primera imagen, hasta especies tan emblemáticas para la cultura insular como el ñame, Colocasia esculenta, en la siguiente imagen, procedente de Indonesia y extendida por todo el mundo por los árabes, primero, y por los navegantes portugueses después. Colón se llevó ñames de Canarias hasta el Nuevo Mundo. Otras especies invasoras ligadas a los cursos de agua ya han sido tratadas en este mismo blog (Arundo donax, ver entrada, Tradescantia fluminensis, ver entrada, etc.). Entre los animales destacan, por lo llamativo, algunos vertebrados, como: los anfibios también aludidos en otra entrada del blog, ver entrada; los peces de agua dulce (hay citados en las islas 8 especies diferentes de este grupo, siendo las más abundantes la carpa, Cyprinus carpio, en la tercera imagen, la carpa dorada o carpín, Carassius auratus, y la perca americana, Micropterus salmoides); el galápago de florida, que todavía no se considera reproductor en Canarias y que podemos ver en la última fotografía; y la reciente introducción en Tenerife y Gran Canaria del cangrejo rojo americano (Procamburus clarkii). Éstos, al menos, no pasarán calor este verano.

2 comentarios:

  1. Hace unas semanas vimos una charca natural en el barranco de la Aldea con bastantes carpines (Carassius auratus) nos llamo la atención sobre todo por no ser una presa ni un estanque, sino una poceta. Un saludo

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  2. Estos peces soportan muy bien el agua eutrofizada, caliente e incluso algo salobre de las charcas y pocetas. No sé si llegan a ser un problema para la fauna invertebrada, pero para las aves migratorias son un festín. Los hay en la mayor parte de barrancos poco contaminados y con charcos permanentes: La Aldea, Arguineguín, Tirajana (no los he visto nunca por el Norte). Es curioso leer que en el s. XIX las anguilas llegaban hasta Valleseco, así que debían existir redes de pocetas hasta ese punto. Un saludo.

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