El concepto de "frutales forestales" es bien conocido en la silvicultura, aunque generalmente se trata de seleccionar, para su uso en repoblaciones, aquellas especies que además de su utilidad forestal, tengan una producción de frutos utilizables como alimento humano. La FAO (Organización de las Nacionaes Unidas para la Agricultura y la Alimentación) lleva años fomentando estas prácticas en las zonas tropicales y subtropicales. En estas áreas, muy frecuentemente con serios problemas económicos y sociales, estas prácticas puede convertirse en un suplemento de las economías de las familias con pocos recursos (para más información ver http://www.fao.org/docrep/017/t0006s/t0006s00.pdf). Pero este está lejos de ser el caso de las Islas Canarias. Al menos en Gran Canaria hace muchos años que se utiliza una grupo de árboles, típicos del paisaje de las cumbres centrales y sur de la isla, en las labores de "reforestación". Son principalmente almendros (Prunus dulcis) y castañeros (Castanea sativa), y en mucha menor medida, nogales (Juglans regia). De estas especies, y según datos propios del Cabildo Insular, existen ya más de 3.000 hectáreas en Gran Canaria (confirmar en http://www.laprovincia.es/gran-canaria/2012/02/17/isla-cuenta-3000-hectareas-cultivadas-frutales-forestales/439486.html).
No tenemos nada contra el fomento de estas especies como cultivos, igual que se puede fomentar el cultivo de las papas tradicionales, del naranjero, o de cualquier otro cultivo que sea rentable. Y de eso deben ocuparse los servicios relacionados con el mundo rural y el agro de todos los estamentos públicos: Ayuntamientos, Cabildos, Gobierno Autónomo, etc.
Lo que es más discutible es el uso de estas plantas en pretendidas reforestaciones, sobre todo sabiendo que almendros y castañeros son especies introducidas y que pueden comportarse, como mínimo localmente, como invasoras, impidiendo el desarrollo de la vegetación autóctona. Y muchos de los almendros de las laderas de Guayadeque, de las Calderas de Tejeda y Tirajana, los que se han generado a partir de almendras dispersadas de manera natural y que no han sido injertados o tratados por el hombre, son totalmente improductivos, y son éstos los que producen efectos negativos sobre el medio. De ahí que, no nos parezca adecuado que se sigan utilizando estas especies en las reforestaciones o tratamientos silvícolas de nuestros espacios naturales, Reserva de la Bioesfera, o cualquier territorio que sea digno de ser protegido. Otra cosa sería si los frutales fueran autóctonos, como ocurre en otras zonas (plantar castaños en Galicia, avellanos en el prepirineo, o manzanos silvestres en las zonas oseras asturianas).
La cuestión ha vuelto a ser de actualidad tras el anuncio por parte del Cabildo Insular de Gran Canaria de las labores que este invierno se realizarán en el monte insular (ver http://www.laprovincia.es/gran-canaria/2014/01/02/cabildo-aprovecha-invierno-reforestar-limpiar/581225.html), en el que se puede leer:
"desde octubre y hasta primeros meses de
2014 se acomete el desbroce y tratamiento de residuos vegetales en nueve
barrancos, en unas zonas en las que se plantarán 3.220 ejemplares de
termófilo, monteverde y frutales forestales".
Repetimos para los que no entiendan, o no quieran entender. No estamos en contra del fomento del cultivo de frutales tradicionales en Canarias, al contrario, con las debidas precauciones para que no se dispersen y con el debido tratamiento y cuidado para que estas plantaciones sean productivas y competitivas. Lo que no entendemos es que los servicios dedicados a la protección del medio ambiente insular dediquen su tiempo y el escaso dinero de que disponen, a plantar almendreros y castañeros en zonas donde no podrán ser aprovechados y donde competirán con las especies autóctonas.
Este problema deberá ser tratado de nuevo cuando se redacte el listado autonómico de especies potencialmente invasoras.
¿Se imaginan a alguien plantando naranjas en los montes valencianos? Pues eso.
Almendros en las paredes de Guayadeque. En estas situaciones los almendreros no se aprovechan y sólo compiten con varias especies autóctonas, y muchas endémicas. Ya no se pide su erradicación, que sería otro tema, sólo que no se fomente su plantación como especie forestal.
Claro, que los planten en los bordes de carreteras, en vez de plantar pinos de vete a tu saber de donde o eucaliptos. Es que a quien se le ocurre plantarlos en medio de la montaña....
ResponderEliminarEn ocasiones los plantaron cuando aquello era un campo de cultivo, en sus bordes, pero hoy, tras el abandono de la agricultura, la vegetación natural vuelve a ocupar esas laderas y los almendros quedan en medio. Otra cosa es plantarlos directamente en una ladera.
ResponderEliminarUn saludo y gracias por tu participación en el blog.
Gracias por sacar este tema a debate. Un hecho al que no son muy dados algunos tecnicos y politicos de la consejeria. Totalmente de acuerdo con tu opinion. Igual de polemico es que se usen recursos publicos para que algunos tecnicos experimenten sus ideas productivistas con eucaliptos, grevilleas o en una reserva generica de olmos cuando hay decenas de especies en la isla en una situacion preocupante. Otra
ResponderEliminarvez mas, felicidades por tu dedicacion.
Hola Canarias, y gracias por tu seguimiento del blog. Lo malo es que este tema no parece que esté a debate. Los técnicos saben lo que está bien o mal, pero estas plantaciones son una especie de impuesto que deben pagar para tener "buena imagen" entre los habitantes de los municipios del interior (Tejeda, San mateo, Artenara). Los técnicos prefieren hacer esto a explicarles qué tipo de especies deben plantarse y por qué. Ya consideran perdida la batalla por los pinos, que los ganaderos odian por su efecto sobre los pastos, y sólo consiguen plantar monte verde "metiendo" en la misma plantación castaños o almendros. Se diría que es el precio político que deben pagar para que alguna gente no se enfade. Una lástima.
ResponderEliminarSaludos y gracias de nuevo por tus comentarios.
No estoy del todo de acuerdo con tu comentario. Es cierto que muchas veces pueden verse comprometidos, pero también hay ejemplos de plantaciones realizadas en fincas del cabildo donde se hace la mezcla de frutales forestales y especies potenciales, con lo que eso conlleva. Además, en Osorio se emplean recursos en plantaciones experimentales con eucaliptos, olmos, acacias, grevilleas, ... No creo que esa labor corresponda a la consejería de medio ambiente.
ResponderEliminarEs verdad, muchas veces los propios técnicos intentan descubrir la pólvora. Se diría que están ociosos. Y buscan dar sentido a sus trabajos. ¿Te imaginas si supieran sus superiores que lo mejor que pueden hacer es no hacer nada, quedarse quietos? No durarían mucho en sus puestos.
ResponderEliminarUn saludo