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lunes, 29 de marzo de 2010

Limoniastrum monopetalum.


No son frecuentes las naturalizaciones en ambientes fuertemente especializados como los saladares y zonas costeras (salvo el caso de Carpobrotus). La planta que aquí tratamos es uno de esos casos raros. El salado Limoniastrum monopetalum es abundantemente utilizado en jardinería, aunque es una planta propia de saladares de la costa del sur de Portugal, oeste de Andalucía, y de manera esporádica por el Mediterráneo, tanto europeo como africano. En Canarias se conce su presencia como naturalizada en Gran Canaria y Fuerteventura, aunque siempre se han tenido dudas sobre si se trataba de plantas escapadas de jardines o de simple jardinería abandonada (confirmar en el artículo: Limoniastrum monopetalum (L.) Boiss. (Plumbaginaceae), adición a la flora de Fuerteventura (Islas Canarias): Notas taxonómico-corológicas de la Flora Macaronesica (Nº 28-34), de Rubén Barone Tosco, Stephan Scholz y R. Mesa en Botánica Macaronésica, Nº. 21, de 1995, pags. 59-60, que pueden descargarse aquí). A pesar de estas lógicas dudas, Limoniastrum monopetalum puede encontrarse perfectamente aclimatado en varios puntos de la costa grancanaria, sobre todo en las desembocaduras de los grandes barrancos del este insular: Guayadeque y Tirajana, donde comparte hábitat con Traganum moquinii, Zygophyllum fontanesii, Suaeda mollis, etc., al igual que lo hace en Fuerteventura. Acompaña a esta entrada una imagen de un ejemplar de gran talla que puede verse en Tenefé, la desembocadura del Barranco de Tirajana. Este mes de marzo se encuentra en floración. Su presencia no parece afectar en gran medida a la flora autóctona, por lo que habrá que realizar un seguimiento sobre la capacidad de ocupar espacio y de desplazar a nuestras maltratadas plantas de la zona costera.






Detalle de las hojas con concreciones salinas y de las inflorescencias aún sin abrir.

viernes, 12 de marzo de 2010

Diocalandra frumenti: el otro picudo de las palmeras.


El jueves 11 de marzo se celebró en el Edificio de Humanidades de la ULPGC y organizado por el Aula de la Naturaleza del Vicerrectorado de Cultura y Deporte de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, una conferencia y mesa redonda sobre la situación y distribución de las palmeras en general, y de la palmera canaria, en particular. Concretamente, la actividad comenzó con la impartición de una conferencia titulada Distribución y patrones de especiación y dispersión en las palmeras (Arecaceae), a cargo del Doctor en Biología y Ecología Tropical de la Universidad de Toulouse (Francia) y especialista en la diversidad genética y la filogénesis de las palmeras, Jean-Christophe Pintaud. A continuación, tuvo lugar una mesa redonda sobre La palmera canaria y los palmerales: Conservación y estado actual en Gran Canaria, que contó con la participación del mismo Jean-Christophe Pintaud ; Pedro Sosa Henríquez, Catedrático de Botánica de la ULPGC; Pedro Luis Pérez de Paz, Catedrático de Botánica de la ULL; y Marco Márquez García, geógrafo y técnico del Cabildo de Gran Canaria. Además asistieron a la misma técnicos y especialistas de distintos organismos públicos (Cabildos, INIA, Gesplan, etc.). Entre lo mucho e interesante que se trató tanto en la charla como en la posterior mesa redonda llamó mucho la atención la situación actual de la plaga de Diocalandra frumenti, un escarabajo del grupo de los gorgojos que, al igual que el popularizado picudo rojo (Rhynchophorus ferrugineus), ataca a la palmera canaria y causa su muerte. Este insecto no está presente en los territorios vecinos a Canarias, procede directamente del Sureste asiático, y ha colonizado, desde que se encontró en 1998 en Maspalomas, Gran Canaria, tanto esta isla, como Tenerife, Fuerteventura y Lanzarote, de manera mucho más importante y extensa que el picudo rojo. Se calcula que en la isla de Gran Canaria ya ha matado a unas 20.000 palmeras, y se encuentra a las puertas de los palmerales naturales. Además de acabar con las palmeras, este gorgojo actúa como vector de otras plagas fúngicas.
La espectacularidad del picudo rojo y su rápido conocimiento por parte de la sociedad canaria, ha ocasionado que se hable mucho menos de esta otra plaga de la palmera canaria, quizá más perniciosa y desconocida que la del primero.
Para más información sobre esta plaga, sus síntomas, distribución, etc., pueden ver los siguientes enlaces.
http://www.interreg-bionatura.com/especies/pdf/Diocalandra%20frumenti.pdf
http://www.mapa.es/ministerio/pags/biblioteca/plagas/BSVP-28-03-347-355.pdf
http://www.asocan.net/descarga/Documentos/Documentos%20tecnicos/Boletin%20Diocalandra.pdf
http://www.picudorojocanarias.es/index.php?option=com_content&task=blogcategory&id=57&Itemid=64




Distribución actual de Rhynchophorus y Diocalandra en Gran Canaria (para ampliar las imágenes haga clic sobre ellas)

miércoles, 10 de marzo de 2010

Nueva publicación sobre Pennisetum setaceum en Canarias

Gracias a la siempre inestimable ayuda de Juan Luis Rodríguez Luengo, hemos tenido acceso a un nuevo artículo que acaba de ser publicado en la prestigiosa revista Acta Oecologica, se trata de "Ecophysiology of the invader Pennisetum setaceum and three native grasses in the Canary Islands", del equipo formado por investigadores en Fisiología Vegetal de la Universidad de la Laguna y del Departamento de Estudios Ambientales de la Universidad venezolana Simón Bolivar: Agueda Mª González-Rodríguez, Zdravko Baruch, Debora Palomo, Gilberto Cruz-Trujillo, Mª Soledad Jiménez y Domingo Morales (Acta Oecologica 36 (2010) 248-254). En este fantástico trabajo se realiza un estudio sobre aspectos ecofisiológicos de Pennisetum setaceum comparándolos con otras especies autóctonas con las que compite: Hyparrhenia hirta, Cenchrus ciliaris y Aristida adscensionis. Se estudian parámetros relacionados con la capacidad fotosintética, su capacidad de crecimiento en estaciones secas, cantidad de N, carbohidratos, etc., y se concluye que Pennisetum setaceum tiene una mayor capacidad fotosintética que las especies autóctonas, además de una mayor capacidad de crecimiento y aprovechamiento de los recursos, por lo que la limitación de éstos (épocas de sequía, por ejemplo), no son un factor limitante para esta planta, al contrario, se maneja mejor en estas condiciones que el resto de especies con las que convive.
Esta información debe servir para, además de mostrar la peligrosidad de las invasiones de esta especie, plantear los futuros trabajos desde el punto de vista de la capacidad de establecimiento de la especie, biología reproductiva, capacidad de germinación, etc. No podemos quedarnos quietos y esperar a que la recuperación de la vegetación autóctona termine por eliminar a la invasora, ya que eso no va a ocurrir.
Tras los resultados obtenidos por este trabajo, está claro que Pennisetum, una vez logra instalarse en un territorio, compite con éxito con la vegetación autóctona, por tanto hay que impedir que siga colonizando nuevos terrenos y pensar cómo controlar sus poblaciones e impedir que crezcan.




Plántulas de Pennisetum setaceum.









Experiencia de germinación de Pennisetum en condiciones controladas. Cuando las condiciones hídricas no son limitantes la capacidad de germinación de las semillas de Pennisetum es espectacular.