El bálsamo, uno de los nombres comunes de Carpobrotus edulis en Canarias, ha sido considerada el número 1 de las 100 especies invasoras más peligrosas en Madeira y Azores. En Canarias se considera establecida como invasora en Tenerife (Teno y Anaga) y en el Archipiélago Chinijo, mientras que en el resto de las Islas, excepto El Hierro, se señala como potencialmente invasora (ver). También es una de las especies que mayores problemas causa en todo el litoral de la Península Ibérica, junto con su pariente Carpobrotus acinaciformis. Todos los años se gastan miles de euros para erradicar esta planta en las costas de Baleares, Andalucía, Portugal, etc. Ocupa y recubre zonas costeras, tanto de arena como rocosas y pequeños acantilados. Sus tallos pueden acodarse y ocupar cientos de metros cuadrados, siendo muy costosa su erradicación. Elimina por completo la vegetación costera y complica incluso la nidificación de aves marinas.
Es además una de las especies "tapizantes" más utilizada en jardinería, embellecimientos de parques y jardines, carreteras, etc., por sus escasas necesidades hídricas, pocos cuidados necesarios y rápido crecimiento. Cultivarlo en una ciudad puede no ser demasiado problemático, pero plantarlo en el lugar donde normalmente se asilvestra es una temeridad. Esto viene sucediendo desde hace años, y continua en la actualidad, sobre todo en las nuevas zonas urbanizadas, como la costa de Meloneras, en Gran Canaria. Aunque para los gestores las zonas sin ajardinar que quedan entre la costa y las urbanizaciones o paseos puedan parecer eriales, son poseedoras de una rica flora y fauna endémicas. Entre las especies vegetales que ocupan esta franja destacan, en el caso grancanario: Schizogyne glaberrima, Limonium pectinatum, Frankenia leavis, Chenoleoides tomentosa, Suaeda mollis, algunas de ellas en los catálogos de especies en peligro; mientras que en otras islas llega a amenazar la supervivencia de Atractylis arbuscula, un raro endemismo en peligro de extinción.
Sería conveniente no utilizar esta especie para "embellecer" zonas costeras, y repoblar estos pequeños acantilados con especies autóctonas, tal como se está haciendo en otras partes de la misma urbanización de Meloneras. Sobre todo para evitar males mayores que ya se están produciendo.
Plantación muy reciente de Carpobrotus, favorecida por el riego. En segundo término pueden verse algunas especies autóctonas, como Chenoleoides tomentosa o Launaea arborescens, y el aspecto general del pequeño acantilado.
Una vez las plantas de Carpobrotus han cubierto el acantilado no hay sitio para otras especies. El lugar pierde su aspecto y calidad natural.
Ejemplar de Carpobrotus edulis asilvestrado. Probablemente procede de un acodo de los individuos cultivados y ya secos que se pueden ver en primer término. Le acompañan especies propias del lugar como Schizogyne glaberrima y Suaeda mollis
Es además una de las especies "tapizantes" más utilizada en jardinería, embellecimientos de parques y jardines, carreteras, etc., por sus escasas necesidades hídricas, pocos cuidados necesarios y rápido crecimiento. Cultivarlo en una ciudad puede no ser demasiado problemático, pero plantarlo en el lugar donde normalmente se asilvestra es una temeridad. Esto viene sucediendo desde hace años, y continua en la actualidad, sobre todo en las nuevas zonas urbanizadas, como la costa de Meloneras, en Gran Canaria. Aunque para los gestores las zonas sin ajardinar que quedan entre la costa y las urbanizaciones o paseos puedan parecer eriales, son poseedoras de una rica flora y fauna endémicas. Entre las especies vegetales que ocupan esta franja destacan, en el caso grancanario: Schizogyne glaberrima, Limonium pectinatum, Frankenia leavis, Chenoleoides tomentosa, Suaeda mollis, algunas de ellas en los catálogos de especies en peligro; mientras que en otras islas llega a amenazar la supervivencia de Atractylis arbuscula, un raro endemismo en peligro de extinción.
Sería conveniente no utilizar esta especie para "embellecer" zonas costeras, y repoblar estos pequeños acantilados con especies autóctonas, tal como se está haciendo en otras partes de la misma urbanización de Meloneras. Sobre todo para evitar males mayores que ya se están produciendo.
Plantación muy reciente de Carpobrotus, favorecida por el riego. En segundo término pueden verse algunas especies autóctonas, como Chenoleoides tomentosa o Launaea arborescens, y el aspecto general del pequeño acantilado.
Una vez las plantas de Carpobrotus han cubierto el acantilado no hay sitio para otras especies. El lugar pierde su aspecto y calidad natural.
Ejemplar de Carpobrotus edulis asilvestrado. Probablemente procede de un acodo de los individuos cultivados y ya secos que se pueden ver en primer término. Le acompañan especies propias del lugar como Schizogyne glaberrima y Suaeda mollis
En el Sureste de Tenerife, en la zona del Porís de Abona, se está asilvestrando otra planta que creo que es prima hermana del Carpobrotus edulis. En diferentes zonas ya convive como potencial invasora con la flora autoctóna (Schyzogyne sericea, Euphorbia balsamífera, Lotus sessilifolius, Atriplex glauca ssp. ifniensis.... Le mando una foto. La imagen es en concreto de la zona de la Punta de Abona, teniendo muy cerca una de las dos únicas poblaciones de Euphorbia paralias que existen en Tenerife (la otra está en el Médano). Nuevamente le felicito por su gran labor divulgativa, con la que muchos aficionados aprendemos día a día.
ResponderEliminarHola Juan Centellas. Estaré encantado en determinar la imagen. Hay varias especies emparentadas con Carpobrous edulis, que son también invasoras, la más conocida es Carpobrotus acinaciformis, y otras Aizoáceas de distintos géneros. En la base de datos sobre especies introducidas en Canarias que puedes visitar en la biblioteca del blog tienes imágenes y datos de algunas de ellas.
ResponderEliminarUn saludo y gracias por participar.