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domingo, 13 de mayo de 2018

Expansión de Nassella neesiana en Gran Canaria. Una amenaza que empieza a ser patente.

   La flechilla o flecha, nombres comunes de la gramínea Nassella neesiana, de origen sudamericano, es una planta calificada como exótica introducida e invasora, presente en todos los catálogos y listados de este tipo, nacionales e internacionales (https://www.boe.es/buscar/act.php?id=BOE-A-2013-8565; http://www.interreg-bionatura.com/especies/pdf/Nassella%20neesiana.pdf; http://www.iucngisd.org/gisd/species.php?sc=458; https://www.aphis.usda.gov/plant_health/plant_pest_info/weeds/downloads/wra/Nassella_neesiana_WRA.pdf). En Canarias se encuentra asilvestrada en Tenerife, La Gomera, La Palma y Gran Canaria (http://www.biodiversidadcanarias.es/atlantis/analisis/visor.jsf). Hasta el momento era Tenerife donde mayor población existía y donde se consideraba una mayor amenaza, sobre todo en el monte verde de Anaga (https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=4174960; http://www.interreg-bionatura.com/especies/pdf/Nassella%20neesiana.pdf). 
   En Gran Canaria la especie se conoce desde que en 1986, Carlos Suárez recogiera en la Finca de Osorio, Teror, un pliego de la planta, depositado actualmente en el herbario de la Universidad de La Laguna (http://iecanvieravirtual.org/index.php/catalogo/item/estudios-canarios-anuario-del-iecan-no-44.html). En 2011 la encontramos en la cima de la Montaña de Osorio, muy cerca de los caminos del interior de Osorio donde apareció por primera vez (http://invasionesbiologicas.blogspot.com.es/2011/03/dos-invasoras-en-progresion-nassella.html). Ahora la vemos por primera vez fuera de este ámbito, en las proximidades de la montaña de Firgas. Esta entrada se acompaña de una imagen de google earth con las localizaciones que conocemos de la planta hasta el momento.
   Su acción sobre las repoblaciones que se están realizando en todo este sector de la isla parece muy negativo. La densidad de los ejemplares de la especie y la altura que alcanza afecta a los ejemplares de Isoplexis chalcantha, y otras especies que intentan reintroducirse en la zona. Se trata de una planta perenne que puede controlarse en los putos donde se encuentra actualmente, antes de que se extienda al resto de la isla. La población encontrada en Firgas tiene el camino abierto para descender hasta el barranco de Azuaje y de ahí, puede expandirse por los barrancos de La Virgen y los Tiles, los mejores núcleos que quedan en la isla del monte verde insular. Estamos a tiempo para evitar  al menos frenar esta expansión.

 Grupo de flechilla, Nassella neesiana en un claro de la zona de repoblación de Hoya Viva (Teror)

 Localizaciones actuales de Nassella neesiana en la zona de Teror-Firgas (Gran Canaria)


 Masa de flechilla de un poco más de 1 metro de altura. La densidad de la población impide la regeneración de la vegetación natural de la zona.

 En segundo término, un ejemplar de Isoplexis chalcantha, se ahoga entre la densidad de Nassella neesiana.


Nassella neesiana cubre también la vegetación terofítica característica de las medianías húmedas de Gran Canaria. En pocos años puede ser la única especie presente en estos caminos de Hoya Viva, en los límites de la Finca de Osorio.

jueves, 3 de mayo de 2018

Se precisa legislación sobre el uso de plantas autóctonas y de sus híbridos en jardinería. De nuevo.

   Sin pretender ser pesado, hoy parece necesario volver a un tema tratado hace poco en este mismo blog. El empleo de plantas autóctonas y de sus híbridos en jardinería.(http://invasionesbiologicas.blogspot.com.es/2018/01/jardineria-con-especies-autoctonas-no.html; https://invasionesbiologicas.blogspot.com.es/2014/03/sobre-el-empleo-de-hibridos-del-genero.html; entre otras). 
   En este caso se entremezclan varios temas que creemos de importancia: por un lado el uso de especies autóctonas canarias en jardinería, y las posibles traslocaciones que estas pueden ocasionar; por otro, el uso de híbridos de géneros canarios en jardinería, que aumentan aún más el problema anteriormente mencionado; la falta de conocimientos botánicos y etnobotánicos autóctonos, como los nombres comunes de las especies canarias, el uso de términos no propios, es decir, la invasión cultural de la jardinería global.
   Este es el caso: existe una enorme afición al cultivo de plantas crasas en todo el mundo; uno de los géneros de este tipo de plantas más cultivado en todos lados es Aeonium, los bejeques, verodes, cónganos, etc.; muchos de los cultivadores de ejemplares de este género se precian de "fabricar" híbridos y variedades que alcanzan gran difusión en la jardinería de zonas áridas. A Canarias llegan estos híbridos o variedades y se emplean en jardinería. Estas plantas llegan con sus nuevos nombres, botánicos y comunes, y pueden desplazar a sus verdaderos nombres.
   En un centro comercial de las Palmas de Gran Canaria podemos ver la siguiente imagen.

   El cartel hace referencia a la planta de su derecha, un híbrido entre especies del género Aeonium entre los que debe estar Aeonium arboreum var. schwarzkopf, una variedad muy popular en jardinería. Pero la forma y tamaño de las hojas y tallos indican que en el cruce está implicado otra especie que difícilmente puede identificarse. El cartel, en el que se ha pixelado el nombre del proveedor de estas plantas, no tiene desperdicio. El nombre benjeque es una variante (desconocida para mí) del más habitual bejeque, pastel de risco es otro de los muchos nombres registrados para este grupo de plantas, y planta de aire es un término habitual entre los aficionados a la jardinería pero no es un nombre común de esta planta en Canarias. Y, finalmente, aeonium nigrum (así, en minúscula) no es un nombre científico, es un nombre utilizado en jardinería para esta variedad hibridógena y para otras muchas, es como decir bejeque negro, pero intentando ser finos. NO existe Aeonium nigrum.
   Este uso de híbridos de Aeonium en jardinería no sólo es un peligro para las especies del género endémicas de cada Isla, que pueden hibridizarse con éstas, sino que representa una enorme pérdida de información etnobotánica autóctona. 
   Esta afición a la jardinería de plantas crasas está resultando una fuente inagotable de problemas ambientales en Canarias: plantas introducidas, usos inadecuados de especies autóctonas. Sin duda necesita regulación.